La diabetes es una enfermedad crónica del metabolismo, y se produce cuando hay un exceso de glucosa en la sangre. Se debe a una disminución de la secreción de insulina, una hormona que ayuda a que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para usarse como energía.
Pero algunas veces el cuerpo no produce suficiente insulina o hay una deficiencia de su acción, como consecuencia, la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células. Aunque la diabetes no tiene cura, quienes la padecen necesitan modificar sus hábitos con el objetivo de tener una buena calidad de vida.
Aprender a convivir con la enfermedad
Informarse sobre la diabetes, los principales cuidados y realizar cambios en el estilo de vida. La persona diabética y sus familiares deben recibir educación diabetológica y apoyo emocional. Así se contará con las herramientas necesarias para facilitar el autocuidado, el tratamiento y el control metabólico.
Adaptar la alimentación
Los alimentos deben repartirse a lo largo del día, entre 3 a 5 tomas según características personales. También deben evitar los alimentos con alta cantidad de hidratos de carbono, porque elevan la glucosa.
Además, pueden complementar su alimentación con suplementación. Según las conclusiones publicadas en la revista Nature Medicine, por científicos del Albert Einstein College of Medicine en Nueva York, un derivado ampliamente disponible de la vitamina B1 evita complicaciones derivadas de la diabetes.
El compuesto de la tiamina, o vitamina B1, evita tres rutas moleculares de los daños por el alto nivel de glucosa y evita la retinopatía diabética.
Hidratación
Los diabéticos tienen un mayor riesgo de deshidratación porque el exceso de glucosa en sangre provoca que los riñones intentan eliminarla en forma de orina. Por tanto, el agua es la base de la hidratación de los diabéticos.
Ejercicio
Es uno de los pilares fundamentales durante el tratamiento. Esta actividad mejora las cifras de tensión arterial, de colesterol y la función cardiovascular. El ejercicio debe adaptarse a la edad y condición física de la persona.
Controles
Realizar entre 5 y 6 controles al día, antes de cada comida y después de dormir para ajustar el tratamiento en general.
Actuar rápido ante una hipoglucemia
Durante la hipoglucemia suele comerse de forma descontrolada, esto conlleva una ingesta total de hidratos de carbono superior a los gramos indicados.
Evitar complicaciones
Debemos mantener las cifras de glucosa en sangre en el nivel óptimo antes y después de las comidas. También controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.
Revisiones oftalmológicas
Es importante para conocer el estado de la retina para prevenir, detectar y tratar con éxito cualquier complicación.
Cuidar los pies
Realizar una inspección diaria de los pies para visitar con regularidad al podólogo.
Ser adherente con la medicación
La medicina está en constante desarrollo, por ello, es fundamental en el tratamiento y debemos seguir las recomendaciones de los profesionales.