La raza ovina Charollais, proviene de la región de Borgoña, Charolles, perteneciente al departamento de Saône-et-Loire, Francia.
Es una raza caracterizada por una alta rusticidad que fue creada para ser aprovechada bajo condiciones de explotación extensiva o semi-extensiva, sin embargo, es capaz de adaptarse muy bien a diversas condiciones climáticas y de manejo. Estas cualidades hacen de la Charollais una raza muy apreciada entre los productores de ovinos en una variedad de países.
Características fenotípicas de la raza Charollais
Los animales de la raza Charollais poseen una excelente conformación anatómica que garantiza un buen potencial de crecimiento y desarrollo, lo cual queda demostrado con los excelentes pesos que pueden alcanzar los ejemplares adultos de la raza.
Los machos adultos pueden llegar a pesar entre 110 y 140 kilogramos, mientras que la hembras pueden alcanzar entre 80 a 100 kilogramos de peso.
Entre su características fenotípicas, poseen una cabeza desprovista de lana, con colores que pueden variar de rosa al gris y en ocasiones presentan pequeños puntos negros. La frente de los ovinos Charollais es amplia, mostrando las orbitas separadas. Sus orejas son finas, alargadas y muy móviles y deben ser del mismo color que el resto de la cabeza.
El tronco es de los ovinos de esta raza, es largo, con una fuerte línea dorsolumbar bastante musculosa, con un pecho amplio y profundo y las espaldas están estrechamente unidas al tronco.
Las patas de los ejemplares ovinos Charollais presentan un excelente desarrollo muscular y están desprovistas de lana, son bastante cortas en relación al tronco, pigmentadas con tonos claros. Sus aplomos son firmes y suelen tener lana muy corto y fina que no suele sobrepasar la 29 micras de espesor.
Las hembras de la raza Charollais son muy precoces, fértiles y prolíficas
En el ámbito reproductivo, las hembras Charollais suelen ser muy precoces, al punto que el 80% de las ovejas de esta raza, llegan al primer servicio a los siete meses de edad, alcanzando su primer parto al año.
Se caracterizan por ser muy fértiles y de notable prolificidad en condiciones de manejo natural, sin necesidad de implementar tratamientos hormonales.
El parto de las ovejas Charollais suele ser ocurrir sin complicaciones y los corderos se incorporan rápidamente debido a la excelente capacidad lechera de las ovejas.
Con una excelente tasa de crecimiento los corderos de la raza Charollais ofrecen piezas cárnicas de primera calidad
En partos gemelares, se ha calculado que cerca del 90 por ciento de los corderos son criados por la madre sin necesidad de amamantamiento artificial, expresando tasas de crecimiento diario que oscilan entre 250 y 260 gramos. En el caso de parto simples, los corderos simples alcanzan ganancias de peso que superan los 300 gramos al día.
Los corderos Charollais hacen gala de un excelente potencial de crecimiento que sitúa a esta raza como una de las mejores razas ovinas de producción de carne.
Bajo sistemas semiintensivos, a pastoreo y con moderada suplementación de alimento, los corderos nacidos de partos simples pueden alcanzar los 30 kilogramos de peso a los 70 días, mientras que los corderos provenientes de partos gemelares rondan los 26 kilogramos en ese mismo lapso de tiempo.
Las canales de estos corderos pueden pesar entre 17 y 22 kilogramos y se caracterizan por una excelente conformación, con huesos finos y piernas rollizas que producen suculentas y tiernas chuletas con hermosos medallones, catalogados por los expertos como carne de primera calidad. Además, el peso de los trozos nobles de la canal del ovino Charollais representan el 55 por ciento de su peso.