Aunque es difícil conocer con exactitud cómo interactúan la alimentación con la depresión, hay una serie de factores que pueden explicar su relación.
Estudios científicos explican el vínculo
Se recopilaron 16 estudios de 46 personas que concluyeron con informes de vínculos entre los alimentos y la depresión. Tal es el caso del trabajo en Psychosomatic Medicine en 2019 que muestra una clara y actualizada compilación de casos de dietas y neurología.
Otro ejemplo de trabajo ha sido el publicado en Molecular Psychiatry en 2018, donde se encontraron 41 estudios que incluían la alimentación mediterránea y una buena calidad de las emociones.
Joseph Firth, autor del trabajo de la Universidad Western Sydney, manifestó que la alimentación sana y saludable conduce a una buena regulación de las emociones y reduce la depresión. La ingesta de vegetales, frutas, evitando el exceso de carne, embutidos y químicos produce el aumento de una actividad orgánica exitosa que deriva en una buena disposición mental.
Según lo expresado por Firth, las dietas saludables funcionan más en mujeres que en hombres y su éxito está relacionado a la actividad de sus hormonas y al metabolismo, también es importante acotar que la disciplina y disposición son factores importantes.
Procesos biológicos y estados de ánimo
En tal sentido, las depresiones están asociadas a los alimentos ingeridos, sin embargo, existen multitud de estudios que reflejan relaciones y desvinculaciones en esta hipótesis. Pues también cabe señalar que la mente es un factor importante ante tales eventos en relación a lo que se consume.
Aquí interviene la bacteriología, pues la microbiota intestinal es la colonia de microorganismos que pueden causar bienestar o afecciones en el organismo de las personas según cómo se encuentre su estado emocional.
Esto sugiere que ciertas dietas que aportan mayores nutrientes o evitan otros, pueden aumentar inflamaciones y producir estrés oxidativo. Siendo así, al alterarse la función mitocondrial se ven reducidas la producción de neuronas y se elevan los problemas mentales.
Alimentos y sustancias que causan depresión
El café y el té negro son sustancias enérgicas que tienden a alterar el sueño y liberar cortisol en el organismo que regula la hormona del estrés. Esta puede alterarse causando nervios, ansiedad y mal humor.
La cafeína puede alterar la tensión arterial evitando la absorción correcta de nutrientes y minerales como la vitamina D y B. Estos son responsables de mantener buena regulación neurológica y cardíaca y previene los drásticos cambios de ánimo o depresiones.
El café y el azúcar pueden alterar la mente mediante un proceso neurológico e inmunitario causados por el tránsito de cafeína y glucosa de la sangre al cerebro. El exceso de alimentos sólidos también afecta el sistema neurológico causando depresión constante.
El alcohol causa dependencia de azúcar en la sangre que se deriva de la deshidratación y causa la inestabilidad cerebral. Al llegar a tal estado se eleva la depresión y las ganas de seguir bebiendo alcohol.
Mente y dieta
Existen varias hipótesis acerca de la relación entre las dietas y la mente, aunque no son ratificadas científicamente. Según Firth es mejor seguir una dieta viable que buscar insaciablemente la dieta perfecta, que al final resulte imposible o repudiada.
El experto insiste que hay que dejar de idealizar las dietas ni obsesionarse, al contrario, lograr aprender hábitos saludables. Afirma que no existe una evidencia real que indique una alimentación perfecta.