El compacto fenólico es un material que quizá no tengamos en mente con ese nombre, pero que hemos visto miles de veces en todo tipo de mobiliario urbano, servicios públicos e incluso en los pupitres de los colegios.
Tiene unas características que lo hacen ideal para este tipo de usos, por lo que vamos a explicar cómo se hace y para qué se está usando en la actualidad.
¿De qué está compuesto el compacto fenólico?
Este material se suele ver en forma de tableros y está hecho con fibra de celulosa que se somete a altas presiones y temperaturas. La celulosa no es un material demasiado resistente así que se le ponen resinas fenólicas (de ahí su nombre) que se endurecen al ser sometidas a las altas temperaturas de las que hablábamos antes.
El resultado es un compuesto muy duro que se usa en las cabinas sanitarias de compacto fenólico por su resistencia, en ese tipo de servicios que vemos en sitios públicos como los centros comerciales.
¿Qué características tiene?
Los tableros de compacto fenólico tienen unas características que los convierte en la mejor opción en aquellos lugares en los que se necesitan materiales resistentes y duraderos.
Hablamos de un material muy duro que incluso no se puede manipular con herramientas normales, ya que no pueden cortarlo.
Esta dureza hace que sea muy sufrido cuando lo usamos a la intemperie, aguantando altas temperaturas, humedad e incluso ambientes muy rigurosos como los salinos.
Soporta que lo limpiemos con cualquier producto químico y en la superficie se le coloca resina de melamina no porosa, una característica fundamental que lo hace apto para muchas industrias y para los lugares públicos al permitir que se usen productos de limpieza bastante agresivos que deteriorarían otros materiales.
Es muy resistente a los golpes y al rayado, así como a los impactos y a los cambios de temperatura, aguantando hasta 80 grados.
A su vez es muy sencillo de montar, por lo que se puede decir que el compacto fenólico tiene muchas ventajas para ser el material más usado en las situaciones más duras, en aquellas en las que otros materiales solo aguantan unos meses.
¿Para qué sirve?
Como hemos visto antes tiene dos puntos fuertes: que no es poroso y su resistencia.
El que no sea poroso lo hace un material ideal para aquellas zonas en las que no puede haber microorganismos, como empresas de alimentación, mesas para comer e incluso se usa para los quirófanos y los laboratorios.
Por otro lado, su alta resistencia es lo que ha hecho que el compacto fenólico sea el preferido para los lugares públicos, en los que pasan muchas personas y algunas no tienen las mejores intenciones.
De esta manera, este material se ve en los servicios, en el mobiliario de los colegios, en los bancos públicos, en los vestuarios, en zonas de restauración, etc.
Es un compuesto muy versátil del cual podemos decir que lo aguanta todo: uso intensivo, golpes, arañazos, maltrato y el uso de químicos muy agresivos para su limpieza sin sufrir el paso del tiempo.