Hasta la fecha, los estudios de casos y controles publicados en la literatura científica han mostrado resultados contradictorios sobre la influencia de factores dietéticos y genéticos en el aumento del riesgo de cáncer colorrectal (CCR). Con el objetivo de conocer mejor el papel de algunos de esos factores en la etiología de ese tipo de cáncer, Iker Alegria Lertxundi ha realizado su tesis doctoral bajo el título ‘Dietary and genetic factors associated with risk for development of colorectal cancer: Case-control study in a Basque population’.
En el estudio colaboraron participantes del programa de cribado de CCR de Osakidetza-Servicio Vasco de Salud. En el contexto de la investigación se llevó a cabo un estudio piloto en el que se evaluó la adecuación de la ingesta de nutrientes y la calidad de la dieta de un grupo de pacientes diagnosticados de CCR después de recibir tratamiento quirúrgico. Los resultados de esa investigación indicaron que la calidad de la dieta de esos pacientes era inadecuada en varios aspectos, incluida la ingesta de nutrientes (folato, vitaminas D y E, calcio y magnesio). Además, el consumo por grupos de alimentos se caracterizó por una elevada ingesta de carnes rojas y procesados cárnicos, y un bajo consumo de cereales integrales. Esa inadecuación dietético-nutricional se asoció a ciertos determinantes de salud como el nivel educativo.
Por otro lado, se llevó a cabo un estudio de casos y controles con el fin de analizar factores dietéticos y genéticos relacionados con el CCR. En ese trabajo se observó que un mayor consumo de quesos con un alto contenido en grasa estaba asociado con un mayor riesgo de CCR, mientras que un elevado consumo de alimentos ricos en fibra y de pescado azul estaba relacionado con un menor riesgo de ese tipo de cáncer. A su vez, una mayor adherencia al patrón de dieta mediterránea se relacionó con un menor riesgo de CCR.
Respecto a los factores genéticos analizados, de todos los polimorfismos de nucleótido único (SNP) de susceptibilidad, solo uno de ellos se vinculó con un mayor riesgo de padecer CCR, en concreto, el rs6687758. Además, en el grupo de los casos, es decir, de los pacientes diagnosticados de CCR, ese polimorfismo genético se relacionó con factores modificables de riesgo de cáncer, como el hábito tabáquico y la actividad física. Finalmente, teniendo en cuenta todos los SNPs analizados, se confirmó que los pacientes con CCR presentaban un mayor número de alelos de riesgo que los controles, en otras palabras, tenían mayor puntación de riesgo genético.
Aunque los resultados obtenidos en esta tesis son prometedores, son necesarios más estudios para comprender mejor la influencia de la alimentación sobre el CCR y para establecer el papel de los factores genéticos, así como la contribución de las interacciones gen-dieta en el desarrollo de ese tipo de cáncer en la población estudiada.