Una buena alimentación es de vital importancia para que un gato mantenga una buena salud. Por eso, muchos dueños de gatos tienen la constante preocupación de qué comida darle y sobre todo, con que frecuencia.
Cuántas veces debe comer el gato según la edad
Uno de los factores más importantes a la hora de decidir cuantas raciones de alimento al día debe comer el gato, es la edad. Un gato cachorro demanda una cantidad mayor de alimento que un gato adulto, debido a los requerimientos nutricionales que exige el proceso de crecimiento. El experto en nutrición felina, Francis Kallfeltz, de la Universidad de Cornell en Estados Unidos, recomienda que un cachorro debe alimentarse tres a cinco veces al día (raciones de 25 a 30 gramos), mínimo hasta que alcance los seis meses de edad, momento en el que se deben comenzar a reducir las raciones hasta que alcance el año.
A un gato adulto le bastará con dos raciones diarias de alimento, de entre 200 y 450 gramos cada una. Los gatos mayores o seniors, a partir de los siete años, también tienen suficiente con dos raciones diarias, solo que las necesidades nutricionales cambian con la edad, según las sugerencias de John Bukowski, autor del Manual Merck de veterinaria.
Condición física y alimentación en el gato
La condición física también es determinante en el momento de alimentar al gato, debido a que no es lo mismo, por ejemplo, un gato con diabetes que un gato sano. Por lo que dependiendo de la condición física del felino se deben ajustar tanto la frecuencia como las raciones de alimentos que se le proporcionen.
Según las recomendaciones recogidas en el Manual Merck y los consejos dados por veterinarios de la Universidad de Cornell, algunas indicaciones son:
- Si el gato padece de diabetes felina implica que debe alimentarse con más frecuencia, siguiendo las recomendaciones del veterinario particular.
- Un gato que se encuentre convaleciente por alguna enfermedad o luego de una operación, también necesitará comer más veces al día, e incluso puede tener una dieta específica.
- Si el gato se encuentra en buen estado físico y no presenta algún tipo de comportamiento alterado, se puede practicar la alimentación ad libitum, es decir a voluntad. En este tipo de alimentación el gato siempre tiene a su disposición su plato de comida, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad por la comida y el estrés, siendo el mismo quien se autorregule. La ración debe estar regulada por la cantidad recomendada por el veterinario o por las indicaciones del fabricante.
Todas estas indicaciones son orientativas y deben ser valoradas en cada caso en particular, debido a que todos los gatos no son iguales. El estado de salud del gato y las recomendaciones de los veterinarios, más el grado de actividad física del gato, se deben tomar en cuenta antes de decidir aplicar cualquier esquema de alimentación.