Una de los grandes avances que se avecinan en el campo de la onco-hematología estará basado en el control de las reacciones adversas de los pacientes en tratamiento con quimioterapia en el ambiente ambulatorio. Precisamente, una de las líneas estrategias de investigación del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, es el desarrollo de sistemas que permitan favorecer y cuantificar este tipo de comunicación.
En este contexto, el Hospital ha desarrollado una reunión multidisciplinar basada en la herramienta de la “Lluvia de ideas” de los servicios de Oncología, Farmacia, Enfermería, Biología, Informática e Ingeniería -junto con profesionales del Hospital Nuestra Señora de Candelaria- para desarrollar dos proyectos PRO.
Uno de ellos sobre pacientes oncológicos adultos, dirigido por la Dra. Oramas, jefa del servicio de Oncología y la Dra. Nazco, jefa del servicio de Farmacia del HUC y un segundo proyecto de pacientes oncológicos de pediatría, dirigido por la Dra. Viña y el Dr. Merino ambos del servicio de Farmacia del Hospital Nuestra Señora de Candelaria.
Recientes estudios han desvelado que esta acción permite aumentar la supervivencia de los pacientes. Poder establecer esta comunicación entre el personal sanitario y los pacientes es uno de los retos a los que se enfrentan los sistemas sanitarios. Se han barajado numerosas alternativas como herramientas útiles, pero son las nuevas tecnologías basadas en “metodologías TIC-TACs” las que se han posicionado como las más eficaces.
Pilar Padrón, enfermera de Hospital de Día de Oncología del HUC, directamente involucrada en el proyecto sobre pacientes adultos, enfatiza que “la importancia de este tipo de reuniones para lograr un producto que permita su aplicación trabajo diario y mejore la calidad asistencial de los pacientes”.
Por su parte, Federico Rinne, informático, en relación con el proyecto en pediatría considera afirma que “la innovación más destacada estará en el diseño de la aplicación que permita registrar el estado de salud de niños menores de ocho años”.
Una vez se desarrollen este tipo de estudios se contará con la información necesaria para conocer si en nuestro sistema son estrategias eficientes y, en consecuencia, la conveniencia, o no, de su incorporación en la rutina de los hospitales.