Hace unos días salió la noticia de que China iba a emplear esta temporada de monzones para poner a prueba 500 chimeneas de yoduro de plata para continuar con sus experimentos sobre el control climática y dar agua a una zona de tres veces la superficie de España y evitar la sequía.
Puede parecer raro, pero esta técnica se llama popularmente ‘Siembra de Nubes’ y consiste en el bombardeo de las zonas altas y medias de la atmósfera con yoduro de plata para hacer que la llueva o nieve en un lugar determinada, logrando así un control casi total sobre la cantidad de precipitaciones que caen en un lugar.
El bombardeo del yoduro de plata puede realizarse por medio de aviones o por medio de chimeneas, pero en ambos casos es efecto es el mismo, el desequilibrio interno de las nubes con el fin de que suelten el agua o dejen de hacerlo.
Esta siembra de nubes no es algo teórico y ya ha sido empleado en varios países con distintos fines. Por ejemplo, en Chernóbil se empleó para controlar la contaminación radiactiva, en la propia China se empleó para hacer que nevará en 2009 y en 2008 para que no estropease la cita olímpica y en Argentina se emplea para evitar que el granizo estropee las cosechas.
Estos son solo unos ejemplos, pero su uso está bastante extendido y su eficacia ya ha sido probada, lo que ha llevado a que también hayan salido varios casos de uso ‘fraudulento’ de esta técnica, especialmente para evitar que llueva en ciertas zonas como se ha denunciado en varias ciudades de la costa mediterránea española, especialmente Almería y Murcia, beneficiando al turismo de ‘sol y playa’ en detrimento de las cosechas.
De momento, en el nuevo experimento de China se quiere intentar lograr obtener el 7% del agua que consume el país con esta técnica, ayudando a varias zonas con fuertes épocas de sequía y haciendo una mayor distribución del agua.