Vivimos un momento muy dificil para el sector femenino de la sociedad. Cada vez está mas presente el machismo en todos ámbitos (deportes, cine….). Precisamente la última gala de los Goya que tanto reivindicó el papel de las mujeres y la igualdad con los actores me dio la idea de escribir las siguientes líneas en el ámbito deportivo.
Llama la atención la progresiva presencia de la mujer en el deporte, incluidos algunos éxitos sonados, del que históricamente ha permanecido excluida, como de otras ocupaciones atribuidas a los hombres. En España, Carolina Marín en badminton, Eva Calvo en taekwondo, Garbiñe Murguruza en tenis, la selección sub-19 femenina de fútbol con el europeo o el equipo femenino del Atlético de Madrid, al jugar en El Vicente Calderón son ejemplos que han hecho más visible el papel de la mujer deportista.
A pesar de estos triunfos, todavía existen muchos que no entienden o comparten que la mujer conviva con los hombres en el deporte aludiendo a mitos como el de la fortaleza del hombre y la debilidad de la mujer que ha abalado, históricamente, la separación de sexos.
Un experto en Educación Física, Llorenç Solbes, asegura que la diferente configuración del cuerpo masculino y femenino impide la participación conjunta de hombres y mujeres en el deporte en condiciones de igualdad, dada la superior potencia de los primeros. Para ser realistas, admitiendo que esto es real, no debería impedir que las mujeres que quisieran pudieran competir con los hombres en el deporte, a pesar de su inferioridad.
Ahora bien, esta teoría, este mito pierde credibilidad si vemos el ejemplo de la futbolista mexicana Maribel Domínguez, que, tras hacerse pasar por un chico para jugar en su país en equipos juveniles masculinos, solicitó a la FIFA jugar al fútbol con ellos y se le denegó. O fuera de este ámbito, Marruecos dedica a gran número de mujeres a faenas agrícolas mientras que son solo hombres quienes se ocupan de la tarea del comercio. Las razones que mantienen alejadas a muchas mujeres del deporte y de la mera gimnasia, son otras. Muchas amparadas en pretextos culturales y religiosos como afirmaba Ángeles Espinosa en 2012.
Benilde Vázquez, miembro de la Comisión de la Mujer y del Comité Olímpico Español explicaba que las mujeres olímpicas gozan de los mismos apoyos que los hombres, pero fuera de esto, el deporte profesional femenino no tiene nada que ver con la ayuda que recibe el deporte masculino. Los medios de comunicación tampoco favorecen esa igualdad. Martínez, ex tenista, explica que “se necesita más visibilidad, más ayuda de los medios de comunicación, más concienciación por parte de todo el mundo y los primeros nuestros compañeros: los hombres. El problema es que muchas veces esa ayuda no llega.
Razón no le falta. Un ejemplo de la falta de ayuda por parte de los medios de comunicación se pudo ver el pasado mes de noviembre cuando la selección femenina de fútbol se jugaba su clasificación para el Mundial de Francia de 2019. Ninguna televisión, ni pública ni privada, quiso apostar por ellas y retransmitir los partidos. Por el contrario, en las mismas fechas, La Roja, la masculina, jugaba dos partidos amistosos y, ¿sabéis qué? Pues que esos encuentros tuvieron una cobertura total pese a no contar con la importancia de los que jugaban las chicas. Puedo entender que el fútbol masculino atraiga muchísimo más, no seré yo quien lo niegue pero en un mundo en el que, aparentemente, se aboga por la igualdad, qué menos que empezar por esos pequeños gestos.
Otro cambio que se debería producir es una regeneración en la mentalidad de los hombres. Es cierto que el número de hombres que se han manifestado en contra de esa desigualdad ha aumentado y está aumentando progresivamente pero son pocos para todo lo que se necesita.
¿Qué se puede hacer para que se produzca una evolución adecuada a la igualdad que se busca? Nosotros, como sociedad, debemos, podemos fomentar una equilibrada presencia de ambos sexos en eventos deportivos. Apoyar la participación de mujeres y niñas en deportes, tradicionalmente, conocidos como para hombres o viceversa. Que los niños practiquen deportes en equipos mixtos desde muy pequeños. Instar a que exista un equilibrio paritario en el deporte. Sin olvidar el jugoso papel que tienen Administraciones, medios de comunicación, familias, centros educativos, espónsores etc. Todos tienen, tenemos, una ardua tarea que deben llevar de la mano con compromiso y esfuerzo.
En definitiva, es un largo camino que no se debe realizar de forma conjunta, moviéndonos todos en una misma línea que lleve a un mismo objetivo de la igualdad.
