Está a 10.700 kilómetros, casi a 13 horas de avión, sin retrasos; pero están todos los días en casa; en mi casa; en la tuya, si les abres la puerta. Son ACMA, la Asociación Cruzada por los Caballos Maltratados de Argentina, una ONG que reza: “No somos un depósito”; pero recogen, ayudan, auxilian, protegen, curan y miman a cuantos cuatro patas les llegan.
Hace unas semanas acogieron a Lala, una potra que había ardido al 75% de su cuerpo; casi todo, menos su corazón. No quiero saber ni cómo, ni dónde, ni si hubo quién, porque seguro que la investigación del caso no lleva a que otros se remedien, ni se castiguen, ni sean ejemplo de lo que no se puede ni debe hacer. Suelen ser pesquisas estériles que dan en la mar de la frustración y el síndrome de la indefensión aprendida.
Abrasada, ardida hasta los huesos, Lala sigue hoy en pie, con los cuidados de su médico de cabecera y con las ganas de gritar que la vida es vivir, y que de lo demás sabemos poco. Y como Lala está en el empeño y la pelea, qué menos que seguir su ánimo, que seguir en pie y gritar lo muy idiotas que somos cuando cerramos los ojos a la sabiduría. Un saber que está dónde uno sea capaz de encontrarlo; ¿qué más da aquí o allá, cuando el corazón no tiene distancias?
A esta hora en la que Lala no puede dormir, aunque esté entre buenos brazos; a esta hora, del otro lado del Atlántico, hay muchos que piensan en ti pequeña; que saben que triunfas ante la adversidad, el dolor y el desconcierto; a esta hora miles de personas celebran el Año Nuevo Chino, el Año del Chancho, y tú, que también lo festejas, sabes de las bondades que te traerá. A esta hora miles pensamos en ti, porque sabemos que el cielo de los caballos, aún te queda muy lejos. Tú vas a hacer que todas las praderas se pongan a tus pies. Regresarás a la risa primera, porque estás en la lucha.
#Lala ama estar afuera!!
Disfruta a pleno de estar al aire libre… pic.twitter.com/6PF9NQ81dR— ACMA CABALLOS (@ACMACABALLOS) 29 de enero de 2019