Comienza el mes de febrero, y se cumplen ya tres semanas desde el inicio de las movilizaciones de los taxistas en España, con el objetivo de que los VTC cumplan la Ley y no se produzca competencia desleal, por parte de estas plataformas que vienen fomentadas por el desarrollo de la 'nueva economía'.
MADRID Y BARCELONA, PRINCIPALES CIUDADES EN LA MOVILIZACIÓN DEL SECTOR DEL TAXI
Madrid y Barcelona, se han convertido en las principales ciudades de movilización de los taxistas en España. Un conflicto que se ha reactivado ahora, pero que tuvo su inicio el pasado verano, cuando los taxistas lograron paralizar las principales vías de comunicación de Madrid y Barcelona. En aquel momento, parecía que se había llegado a un acuerdo entre las partes, pero lo que ha demostrado el tiempo, es que lo que se produjo fue un cierre 'en falso' del confilcto entre taxis y VTC.
DESDE HACE TRES SEMANAS, LOS TAXISTAS HAN VUELTO A LAS CALLES
Ante la falta de una solución definitiva, los taxistas en estos principios de año, han vuelto a movilizarse de forma masiva en las calles. Vaya por delante mi reconocimiento y mi apoyo a la lucha que han emprendido los taxistas, cuyas reivindicaciones tienen que ver con las consecuencias negativas que produce la desregulación de las plataformas surgidas de la 'nueva economía'.
Hay que tener muy claro que si el desarrollo de cualquier plataforma surgida de la nueva economía se hace sin ningún tipo de regulación como sucede con los VTC, las consecuencias para los trabajadores y para la sociedad en general son muy negativas. Ya que se perderán derechos, los salarios y los contratos serán cada vez más precarios, y la ciudadanía tendrá que asumir un coste muy superior por el servicio que se pretende proporcionar.
Esta coyuntura de desregulación salvaje y de privatización de sectores que de forma directa o indirecta forman parte del sector público, se puede trasladar a cualquier otro ámbito, y la negativa realidad es muy clara: empleos precarios, salarios más bajos y coste superior para el cliente o consumidor.
Por tanto si las VTC quieren desarrollar su actividad, tendrán que cumplir la Ley y no caer en competencia desleal con el sector del taxi. Nadie desea cortarle las alas a ningún negocio que se quiera poner en marcha, venga de la nueva economía o no; pero tendrá que someterse a la regulación establecida o que se tenga que establecer, ya que esta situación servirá para proteger los derechos de los trabajadores, sus salarios y contratos y la buena calidad del servicio para el cliente o consumidor.