¿A qué está esperando el Gobierno socialista de Pedro Sánchez para tratar de derogar la reforma laboral de la precariedad del PP?. Lanzo esta pregunta porque los ciudadanos y ciudadanas de este país, escuchamos en más de una ocasión al actual presidente del Gobierno, insistir cuando estaba en la oposición, que una de sus primeras medidas si llegaba a La Moncloa, sería la derogación de la reforma laboral aprobada por el PP en el año 2012.
Estamos a principios de septiembre del año 2018, hemos pasado por una moción de censura que permitió el acceso al Gobierno del PSOE, y de Pedro Sánchez, y parece que aquellas promesas de derogación o al menos de profunda modificación del marco laboral, se han quedado en nada.
LA REALIDAD DEL FINAL DEL VERANO, VUELVEN A MOSTRAR LA EXTREMA PRECARIEDAD DE LOS CONTRATOS EN ESPAÑA
Ayer 4 de septiembre, conocíamos los datos del paro registrado que además de mostrar una subida importante del desempleo, y una destrucción de puestos de trabajo en la Seguridad Social, se volvía a confirmar la extrema precariedad de los contratos que se firman en España. Según esos datos solo el 10% del total representaba contratación indefinida. También se volvía a ratificar la extensión de los contratos a tiempo parcial, por días y semanas.
Ante esta tesitura, no se entiende que el nuevo Gobierno del PSOE no esté intentando buscar los apoyos en el Congreso, para transformar un marco laboral, que lo único que ha generado desde el año 2012, es la extensión de la precariedad.
EL MIEDO DEL PSOE
Uno se pregunta si el PSOE tiene miedo a realizar políticas que se basen en la justicia social y en buscar mayores niveles de igualdad social, que es además lo que repite cada día como formación de izquierdas y progresista que dice ser. O es que ¿tiene miedo a determinados sectores poderosos de los que pretende sacar beneficio?
Lo de no derogar la reforma laboral hay que sumarlo a no implantar un impuesto a la banca, cuando decían en la oposición que lo harían, a no regular el mercado eléctrico en favor de los más desfavorecidos, o no querer investigar al anterior Rey de España, entre otras cosas.
Uno termina llegando a la conclusión que cuando el PSOE habla de transformar la política en favor de las clases trabajadoras cuando está en la oposición, después cuando llega al Gobierno se limita a que todo siga más o menos igual y a realizar una política de gestos que no le sirven a los trabajadores y trabajadoras de este país.
