La edición británica de Vogue ha vuelto a confiar en Gigi Hadid para la portada de su próximo número y el resultado ha generado la preocupación de sus seguidores.
Y es que viendo las fotografías que la propia modelo ha subido a Instagram parece que atrás quedaron aquellos días en los que la joven de 21 años presumía de curvas.
Fue en 2015 cuando Gigi Hadid saltaba a la fama internacional por convertirse en una de las pocas modelos que triunfaba en las mejores pasarelas luciendo un cuerpo que nada tenía que ver con la extrema delgadez que en los últimos años se había impuesto en el mundo de la moda.
Gigi Hadid consiguió ganarse un hueco en esta difícil industria mostrando sin complejos un aspecto desenfadado, juvenil y sobre todo real.
Además de por su belleza, la joven supo ganarse el cariño del público cuando respondió a las críticas con unas palabras que dieron la vuelta al mundo:
“No, no tengo el mismo tipo de cuerpo que el resto de las modelos en los desfiles. No, no me creo la mejor en ningún desfile. Sí, quiero tener una forma de desfilar única pero también sé que tengo que mejorar. No, no soy la primera ni la última modelo de mi tipo en la industria. Podéis inventar todas las razones que queráis para explicar por qué estoy donde estoy pero, de verdad, soy una gran trabajadora que confía en sí misma, una confianza que empezó al tiempo que sentí que la industria estaba preparada para un cambio. Sólo estoy haciendo mi trabajo. Represento un tipo de cuerpo que antes no estaba representado en la moda, y me siento afortunada por ser apoyada por diseñadores, estilistas y editores que sé que saben muy bien que esto es moda, es arte; y no puede ser siempre lo mismo. Estamos en 2015. Pero si vosotros no sois de esas personas, no explotéis vuestra rabia contra mí. Sí, tengo tetas. Tengo abdominales, tengo culo, tengo muslos, pero no estoy pidiendo un trato especial. Entro dentro de las tallas de muestra. Vuestros crueles comentarios no hacen que quiera cambiar mi cuerpo”.
Ahora, dos años después parece mentira que la chica que protagoniza la nueva portada del Vogue británico sea la misma Gigi Hadid que pedía un cambio a favor de una belleza real.
Ante este enorme cambio físico, la propia modelo ha explicado que se debe a la enfermedad de Hashimoto, un trastorno común de la glándula tiroides que le provoca cambios bruscos en su físico.