Desangrado en las manos de Telecinco sin saber como reaccionar. Así se encuentra Gran Hermano, la gallina de los huevos de oro de la cadena de Basile durante tantos años. “Nada es para siempre” cita aquella canción que nos recuerda con cierta nostalgia aquella primera edición de GH, cuando se llegó a obtener hasta el 51% del share. Las audiencias de la 18 edición de GH han tocado fondo:
Gala 1 (19/09/2017): 16,8% y 1.948 espectadores
Gala 2 (21/09/2017): 16,2% y 1.630 espectadores
Gala 3 (28/09/2017): 16,3% y 1.773 espectadores
Gala 4 (05/10/2017): 15,3% y 1.605 espectadores
Gala 5 (12/10/2017): 15,5% y 1.694 espectadores
Gala 6 (19/10/2017): 13,9% y 1.467 espectadores
Gala 7 (26/10/2017): 15,3% y 1.612 espectadores
Gala 8 (02/11/2017): 12,2% y 1.276 espectadores
[Sumario]
Empezó esta edición, denominada “Revolution”, con el peor dato de público en un estreno. Esa no fue la única polémica en este catastrófico arranque: Mediaset canceló la emisión “GH 24 horas”, algo que la propia cadena tuvo que rectificar, aunque, demasiado tarde.
Mercedes Milá, icono de este programa, tiene una sombra demasiado larga, muy muy larga. Telecinco no quiso ver en la 17ª edición las alarmas que avisaban de que “esto no funcionaba”. Jorge Javier no ha conseguido ganarse al público fiel de GH.
La desesperación de la productora y la cadena ante los penosos datos de audiencia les ha hecho tomar decisiones muy criticadas que sólo han conseguido hacer más evidente la crisis del formato:
– Invitar a VIPs en una edición anónima
– Expulsar a dos concursantes en una misma gala
– Expulsiones disciplinarias sin dar información, para mantener un falsa intriga
– Pasar el Debate de los domingos al late night
– Cancelar la pregala de los martes
– Adelantar la repesca
En las próximas semanas veremos, sin lugar a dudas, más medidas ridículas que no hacen justicia a la historia de este reality.
Gran Hermano, igual que le pasó a Operación Triunfo, necesita unos años “en barbecho”.