Un político tiene que ser una persona que pueda escuchar a la gente, partidarios suyos o no. Estar abierto a las críticas y soportar estoicamente el escarnio público, debe ser un agregado ya que, lo quiera (olvidar) o no, es un empleado público. Sin más. Y fue la carrera que eligió.
Abrazar a una ideología, tampoco lo hace moralmente superior. Es por eso que su conducta debe ser comedida, así le esté ardiendo la sangre por dentro. Pero en honor a la verdad, eso no pasa, y Juan Carlos Monedero es un ejemplo reiterado de eso.
Fue por esto que el pasado viernes, durante un debate en “El programa de Ana Rosa”, una vez más, Juan Carlos Monedero quiso hacerse el “gallito” y fue la misma presentadora quien, para mantener el control de la situación del programa y que no se le fuera de las manos, ya que el político se mostraba bastante “chulito”, tuvo que echarle un freno y cerrarle la boca.
Ana Rosa Quintana le da un parado a Monedero.
El pasado viernes 25 de septiembre, “El programa de Ana Rosa” presentó a los televidentes un debate político, donde estuvieron presentes varios representantes de los partidos políticos, a saber: Toni Cantó por Ciudadanos, José Zaragoza por el PSOE, Rafa Hernando por el Partido Popular, Gabriel Rufián por ERC y Juan Carlos Monedero por Podemos.
Entre los diversos temas a debatir, se encontraba uno bastante peliagudo: el análisis de la figura del rey, Felipe VI, quien fue coronado en 2014. Este año, el rey no podrá asistir a Barcelona a la entrega de los despachos a los nuevos jueces, lo que ha creado cierto malestar entre esos profesionales jurídicos. Esta promoción consta de 62 nuevos jueces de la Escuela Judicial quienes, como se menciona arriba, recibirán sus despachos, lo que ha producido una ruptura con ese órgano de gobierno.
Fue durante este tema que Monedero, en tono jactancioso y soberbio, aconsejó a sus compañeros y a la presentadora, a leerse la constitución. Ana Rosa, sin inmutarse, le respondió que ella había leído la constitución “posiblemente tantas veces como tú, pero a mí no me pongas porque no pertenezco a ningún partido político, no confundamos las cosas”.
Completamente descolocado, la respuesta de Monedero fue defensiva y trató de justificarse: “No te confundo ¿cómo te voy a confundir? Pero utilizas la misma palabra que ellos: veto”. Posterior a eso, explicó el artículo 56 donde plantea que, el rey “no puede, por su responsabilidad, hacer ningún acto que no esté regentado por el gobierno” por lo que el gobierno no puede vetar al rey. Más bien el rey tiene que hacer lo que dice el gobierno porque, este último, es la verdadera representación de la expresión popular.