Hace unos días, uno de los colaboradores de «Sálvame», Antonio Montero, criticó las palabras del presentador Jorge Javier Vázquez hacia la figura de Alfonso Merlos, cuyo triángulo amoroso Marta López y Alexia Rivas es el tema que más se está tratando en España, pero no la de Pablo Iglesias, algo que indignó al presentador. «No puedes decir eso, Antonio. Estoy hasta las narices de que coléis los discursos de Vox aquí. No lo voy a permitir. A tomar por culo», y añadió: «Este programa es de rojos y maricones, es nuestra declaración de principios. Si no lo quieren ver, no lo vean».
Es indignante que a los españoles se les impida enterrar a sus muertos en familia y sí se permita a millonarios progres hacer tele basura.
— vox_es (@vox_es) April 27, 2020
Jorge Javier, tu programa se emite gracias a una concesión pública, la misma concesión con la que silenciaste una violación en directo. pic.twitter.com/WImHL0GIxM
Jorge Javier, insultado por una vecina a través de Whatsapp
Parece ser que hasta su plan más íntimo han llegado estas cosas y así lo ha contado en su sección de la revista Lecturas. « Cuando me dio el ictus, llegué a casa y había una caja de cerezas de una vecina. Dejó el número de teléfono y llamé para agradecérselo. No tuve ninguna relación más», contó. «Tengo muy buena relación con ellos, hablamos cuando paseamos a los perros y todo muy bien pero cuando empezó lo del Covid y entrevistamos a Irene Montero esta señora me empezó a enviar unos mensajes…», dijo en relación a la entrevista que realizó a principios de mes a la ministra de Igualdad.
«La señora sin conocerme de nada pensaba que mi teléfono era la barra de un bar, a una persona que no conoce de nada que soy yo… me empezó a mandar unos mensajes que lo mínimo que me ponía era 'lameculos'», continuaba. «No se me ha pasado por la cabeza mudarme, pero estoy inquieto por lo que pueda pasar cuando pase todo esto». Jorge Javier decidió bloquear a su vecina del Whatsapp: «Me da vergüenza haber bloqueado a una vecina… ¿Cuando la vea qué le digo? La que tenía que tener vergüenza es ella, pero me da vergüenza a mí», terminaba.
