Ana Rosa Quintana se está convirtiendo en uno de los rostros mediáticos en las últimas semanas por su información sobre el COVID-19 y la gestión que se lleva realizando en España. La información es libre pero muchos han visto como su programa es utilizado para difundir noticias falsas sin contrastar siempre y cuando vayan teledirigidas contra el gobierno. Además el uso del morbo y la generación de alarma ha indignado a muchos espectadores. Ahora, se ha abierto una masiva petición viral que pide su despido de Mediaset y la cancelación de su programa en el que ya han firmado más de 10 personas.
Ana Rosa Quintana, la defensa de la oposición no solo en tiempo de coronavirus
El programa de AR lleva desde hace unos años dedicando más de tres cuartos de su tiempo a la información política. Lo que antes era un programa de entretenimiento, información y corazón con ligeras pinceladas políticas se ha convertido en el altavoz del Partido Popular, Ciudadanos y desde hace un tiempo VOX. Ana Rosa Quintana nunca ha negado su inclinación tradicional hacia las políticas de derechas y ha contado con los mercenarios más abusivos para llevar a cabo ese trabajo como Alfonso Rojo, Eduardo Inda o Javier Negre, entre muchos otros. Su historial como musa del conservadurismo se remonta a hace mucho tiempo; lo que le ha valido que determinadas comunidades con canal autónomico propio le hayan conseguido contratos a su productora. El caso más sonado es su amistad con Esperanza Aguirre donde pudo colocar muchos programas de Cuarzo y Banijay (sus empresas) en Telemadrid. Haciendo historia podemos comprobar como su apoyo a la sanidad privada por encima de la pública también ha sido sonado como ocurrió en 2013. En ese año, la presentadora se refirió a determinados profesionales sanitarios como "limpia culos" lo que le valió una sanción de esos sanitarios con una censura a través de firmas por change.org. Ahora, esa plataforma ha servido para que pidan la cancelación del programa y la dimisión de su presentadora.
Más de 10 personas piden no volver a Ana Rosa Quintana en Telecinco
La petición, creada hace solo unos días, pide el cese de El programa de AR así como el despido inmedidiato de la periodista y ya ha sido apoyada, a la hora de escribir estas líneas, por más de 12 personas. Los defensores de este manifiesto afirman que no se trata de coartar la libertad de expresión pero si de poner un límite y unas fronteras a los bulos. Muchos de esos bulos como comentamos aquí vienen de grupúsculos de extrema derecha asociados a VOX y varios de sus compañeros en Mediaset (como Jorge Javier Vázquez tras el video de los ancianos) ya han alzado la voz contra esto prometiendo medidas legales. Ana Rosa Quintana, como verso suelto, ha querido seguir especulando y repitiendo ideas como que la culpa es del 8M y del gobierno por no suspenderla, que las estadísticas no son reales o que Pedro Sánchez hace caso omiso a la petición de algunos ciudadanos que afirman ser fabricantes de mascarillas a los que no se les ha hecho caso. Lejos de mantenerse prudente, no ha dudado en desplegar el ideario mañanero de algunos partidos que aprovechan la ocasión para sacar rédito político de la situación; algo que ha molestado a muchos usuarios de redes sociales que no han dudado en acribillar a la presentadora por irresponsable. Además, la busqueda de la imagen también ha sido polémica. Si bien se están tomando medidas de seguridad respecto al uso de determinados elementos como guantes y mascarillas así como la distancia; en muchos de sus reportajes hemos visto como sus reporteros acudían al interior de edificios, entrevistando a personas en las calles o incluso buscando la información intrascendente para rellenar minutos de programa. Por todo esto, la presentadora afronta ahora un desprecio masivo por las redes sociales por politizar, generar alarma y abusar del morbo para mantener la audiencia de su programa.
Los programas de la productora de Ana Rosa Quintana en el punto de mira
Ana Rosa Quintana tiene además varios programas en Mediaset donde ella es la productora. Ya es Mediodía, con quien comparte plató, ha visto ya varias veces como Sonsoles Ónega ha regañado ya a varios reporteros por acercarse demasiado y no tener cuidado. Además, al compartir algunos tertulianos, también han caído en la trampa del mensaje fácil sugiriendo un levantamiento temprano de la cuarentena. Algo parecido le ha pasado a Cuatro al Día, el programa que presenta desde hace meses Joaquín Prat. Si su predecesora Carme Chaparro lo había enfocado como un "informativo entretenido", en el caso del presentador el programa se ha reconvertido en una tabla de demagogia y populismo donde su última polémica ha resonado bastante. Uno de los colaboradores, Israel García Juez, afirmaba que había aprovechado la oportunidad de ir a trabajar para dar una serie de vueltas con el coche por Madrid y así poder airearse. Una regañiña de Joaquín ponía fin al tema, precisamente, en un momento donde los medios piden constantemente a la población quedarse en casa. Por último, tenemos el Viva la Vida de Emma García. El programa de los fines de semana se ha desmarcado más de la línea de Ana Rosa y apostar por las historias bonitas y morbosas. Además, la presentadora, que en los últimos tiempos estaba en el disparadero por su rivalidad y enemistad con Bertín Osborne, ha preferido evitar toda polémica en ámbito político ante la rareza de compartir información de la prensa del corazón y del coronavirus en plena cuarentena. A partir de aquí, nos encontraríamos ante el fin del imperio de Ana Rosa Quintana como rostro de Mediaset si el número de firmas aumenta considerablemente en los próximos días. La periodista salió inesperademente indemne hace justo veinte años cuando plagió a otros autores para escribir su libro y pudo sobrevivir una campaña en su contra. Si ahora pasara lo mismo, solo el tiempo podrá ser juez.