La vida sigue en Supervivientes. Aquí en España seguimos en cuarentena, pero los concursantes del programa de Telecinco se encuentran sanos y salvos y mucho más seguros que los ciudadanos de España. No obstante, si hay alguien que lo está pasando mal ese es Ortega Cano. El marido de Ana María Aldón y abuelo de Rocío Flores se encuentra angustiado por la situación. El torero está mal de salud, tiene un hijo a su cargo y además se encuentra en el grupo de riesgo.
Ana María Aldón en Supervivientes sin su familia
La llegada de Hugo e Ivana a Playa Desvalida como últimos desterrados tras su expulsión del pasado jueves ha creado la envidia entre sus compañeros de Supervivientes. La pareja no puede evitar dar rienda suelta a la pasión y Antonio Pavón, Yiya y Ana María Aldón están algo celosos. Precisamente, esta última se está convirtiendo poco a poco en la estrella de la edición.
El último debate de Jordi González jugaba con ellos planteándoles la, de momento imposible, opción de recibir alguna visita de sus familiares. La respuesta de la diseñadora fue clara.
"Mi marido no, que no venga, por Dios, que estoy es muy duro". Aunque el diestro ha toreado en muchas plazas, la epidemia virológica es un toro con el que nunca se ha enfrentado.
La madrastra de Gloria Camila dejó claro que a él "le pican los mosquitos, no se puede duchar, se va a rascar y lo va pasar muy mal". "Lo dejas en su casa con mi niño. Mi marido que no venga que es muy duro esto". Sin embargo, si quiso que en caso de venir alguien viniera su hija Gemma de 24 años, la madre de su nieto.
Última hora de Ortega Cano
Con la discrección por bandera, el torero Ortega Cano se ha mantenido bastante al margen de la participación de su mujer en Supervivientes. Envuelto en la polémica central de Rocío Carrasco, el empresario no quiere librar más batallas de las habituales.
Las últimas noticias se han conocido por un programa de radio. El compañero de profesión de Fran Rivera y Jesulín de Ubrique se encuentra consternado por lo que está sucediendo en España. Sus problemas con el corazón lo situan en la picota añadido a los daños heredados de toda una vida en la plaza de toros.
La situación de Ortega es crítica y solo desea que su mujer salga de allí y convivir como familia ante todo lo que pueda pasar.