Nada fáciles han de ser estos últimos días para Rocío Jurado: con Rocío Flores, su hija, participando en “Supervivientes” y con la presencia bajo las bambalinas de su ex, Antonio David Flores, ya sea para defender a su hija o para ocupar su puesto de trabajo en “Sálvame”, Rocío Carrasco está nuevamente en el ojo del huracán. Pero, lejos de esconderse, se dedica a promocionar el musical sobre su madre, el cual es dirigido por su actual esposo Fidel Albiac, “Qué no daría yo por ser Rocío Jurado”.
Durante la gira de medios para la promoción del musical, el pasado 17 de febrero declaró para La Mañana de Andalucía, donde se emocionó muchísimo recordando a su madre: "La he tenido siempre muy presente y la he sentido a mi lado. La necesito todos los días y sé que estaría orgullosa de este espectáculo", comentó. Durante el proceso “ha llorado mucho” y confesó que “hay heridas que no se cierran”. ¿Acaso se refirió al distanciamiento con sus hijos? No lo aclaró pero sí hizo una advertencia: “todavía no me he despachado a gusto”.
Igualmente tuvo muchísimas palabras de elogio para Fidel. Asegura que trabajar con él es facilísimo. Confesó: "Yo volvería a repetir, me volvería a casar, volvería a conocerlo como lo conocí hace veinte años". La pareja ha sido inseparable desde entonces: en el trabajo y en el amor son eternos compañeros, hacen todo junto, se apoyan. La experiencia ha sido tan buena que están pensando en repetirla. Sobre el museo de su madre en Chipiona adelantó que podría abrir este verano. Añadió que “durante años ha sido una pesadilla, pero espero que se convierta en un sueño”.