Carlos Lozano vivió momentos muy complicados en Supervivientes y constantes peleas con sus compañeros. Sin embargo lo que según él lo derrumbó fue el ensañamiento que hubo contra él en las últimas semanas que lo dejaron sin fuerza y lo único que quería era que lo expulsaran.
Lozano acusó a la organización de haberlo desanimado con tantos castigos hasta el punto de que casi todo lo que hacía estaba mal. Casi deprimido confesó en los últimos días que consiguieron hacerlo infeliz, acabaron con sus ganas, admitió el triste concursante.
En cierto momento y quizás comprendiendo de que se les había pasado la mano, Carlos Sobero fue uno de los enviados a socorrerlo con palabras de consuelo y hasta un aplauso le dieron. Pero esto no fue suficiente y quizás pensando que era algo fingido o superficial Lozano dijo que mejor olvidaba todo.
Sin embargo Carlos Lozano se mostró resentido en los últimos días en la isla, tanto así que se le escuchó decir que lo que le habían hecho no tenía nombre, y confesó que había perdido la energía. Sentía que quería irse a su casa y fue cuando él mismo prácticamente suplicó que la audiencia lo sacara lo más pronto posible.
