Creíamos que lo habíamos visto todo, pero no. Isabel Pantoja, fuera de los muros de Cantora, a ratos parece otra, pero solo a ratos porque el divismo no la abandona ni en la isla.
Con el cambio de grupo, ha sustituido a Chelo por Aneth y hasta la hemos visto en plan culebrón venezolano pidiendo con gesto compungido, suponemos que a sus fans, que no la echen porque es su apoyo y la necesita como asistenta personal. No parece que esta vez vaya a tener suerte, todas las encuestas dan a Aneth como expulsada.
La falsa ‘carpeta’ con Colate, ha muerto
A estas alturas supongo que nadie se había creído las metáforas de leña húmeda o ardiendo y las caídas de ojos, con las que jugó la semana pasada la tonadillera, tras pasar una noche compartiendo colchón con Colate, un señor que no tiene el menor interés romántico en ella, como tampoco lo tiene ella en él, claro.
Por arte de magia potagia, a Isabel le tocó en el grupo de Colate, que es el que quería, seguramente porque pensaba que lo iba a seguir teniendo rendido a sus pies, lo que no ha sucedido y por eso ha optado por Aneth, de la que en el fondo no se fía.
El desencuentro ha venido porque la bloguera ha preparado arroz con bastante antelación y mientras Colate pescaba, ella e Isabel se han puesto a comer, Pantoja a desgrado: ‘está desaborío’, sentenciaba. Colate ha montado en cólera porque nunca han dejado de comer todos juntos en el tiempo que lleva en Honduras y las ha acusado de maleducadas.
Pantoja se disculpaba diciendo que casi no habían comido todavía. Aneth ha dicho que lo había llamado, Mónica estaba convencida de eso, pero Colate no ha oído a Aneth y su enfado era mayúsculo y más cuando ella en lugar de disculparse le decía que la dejase comer en paz.
El increíble motivo que impide a Isabel Pantoja dejar los escenarios
Según contaba hoy Antonio Rossi en ‘El Programa de AR’, a Isabel Pantoja le gustaría retirarse, eso quedó claro cuando dejó de cantar para dedicarse en cuerpo y alma a ser alcaldesa consorte (por poco tiempo) con su ‘Cachuli’ del alma, en la primera década de este siglo.
Entonces estaba decidida a dejarlo todo para ser la primera dama de Marbella, eran otros tiempos, con noches de vino y rosas y compras lujosas que nunca se pagaron.
Luego vino lo que vino, eso de lo que por contrato, nadie puede nombrarle ni en la isla ni en plató y que su hijo Kiko Rivera ha publicado en la revista Semana, sin pudor, pero con aparente sentimiento y cobrando.
Ahora Isabel Pantoja se ha reinventado, no cabe duda viendo la confidencia que le ha hecho a personas de su círculo más íntimo, una de las cuales no ha tardado en contárselo a Rossi.
La tonadillera a pesar de querer retirarse y muchos nos preguntamos ¿De qué exactamente? Porque de lo suyo que es cantar, hace mucho que no da un concierto, gracias a sus exigencias económicas al no resignarse en ver disminuido su caché.
Por eso le dolió en el alma cuando Carlos Lozano le dijo que vivía del pasado y que para grande Rocío Jurado. Recordemos su respuesta: ‘pá ti, pá ti’. Pantoja no necesita ser como Rocío Jurado, ella representa a la copla, la tonadilla y por eso no puede dejar los escenarios.
Según ella, no hay nadie capaz de sustituirla, si ella se va la copla se muere y eso no lo puede permitir. Así, con toda su soberbia y sin sonrojarse siquiera.
Sí señores ¡La copla se muere sin ella! Por lo visto la gran Diana Navarro (por poner un ejemplo) a ella no la convence. Isabel Pantoja no necesita ser la más grande, ella se considera la única y auténtica reina de la copla, no hay comparación posible.