Jorge Javier, que ha tenido una doble cara con Mónica, haciendo como que le tenía aprecio y la entendía, dándole el abrazo de Judas e incluso dedicándole un post en su blog de Lecturas, cuando en realidad entre líneas se leen unos zascas tamaño XXL, ha explotado cuando ella, cansada de que la ninguneen, ha puesto esto en su Instagram:
“Es muy fácil, en un programa que es tuyo, sentirte cómodo para decir lo que quieras. Es muy fácil dar la vuelta a los vídeos para desprestigiar un concurso. Es muy fácil unirte a lo que todos dicen para un aplauso y encima preparado… Todo eso es fácil. Lo difícil es mantenerte y seguir hacia adelante, ¡¡Que es el único sitio hacia donde sé ir!!”.
Jorge Javier se coge un rebote épico
Mónica no nombra a nadie, pero el presentador ‘estrella’ de Mediaset se ha sentido aludido y ha montado en cólera o más bien se ha cogido una pataleta monumental, de esas que acostumbra a coger cuando se siente cuestionado. ¿Pero cómo osa esta señorita ponerlo en entredicho a él y al reality? Venía a decir ayer tarde en Sálvame.
Pues verá usted señor dueño del cortijo, resulta que Mónica que es inteligente y ha vivido el reality con intensidad, además es observadora y tiene cierta experiencia televisiva.
Por eso ha sumado 2 más 2 no quedándole ninguna duda de que Telecinco, viendo el boom en que se convertía Miriam Saavedra, ha orquestado GH VIP 6 en torno a ella para darle la mayor relevancia posible y con ello conseguir sus dos metas principales: dinero y mucho, procedente de las llamadas de los fans a los que se le ha vendido un melodrama inexistente, pero que ha calado ¡Y de qué manera! Y audiencia, mucha, con cifras como nunca en el reality.
El presentador no solo se ha rebotado, sino que se ha permitido lanzar una amenaza a Mónica. No solo hablará con ella muy seriamente en la gala final de GH VIP 6 ¡Faltaría más! Además piensa hacerle (como diría Omar Montes) la vida mártir, demostrando que como siempre sus fobias pueden más que su inteligencia.
Persiguen a Mónica por los pasillos de Telecinco
Rápidamente, Omar Suárez ha perseguido a la concursante por los pasillos para preguntarle sobre el asunto: "Defiendo mi concurso. Entiendo que se defienda más a una persona que a otra. Esta chica tiene firmado un contrato con vosotros y tenéis que defenderla. Yo he hecho todo lo posible, lo he hecho bien, he aguantado mucho y he sido una campeona".
Cuestionada sobre porqué no va a Sálvame, ha sido clara y tajante al decir que no está dispuesta a seguir siendo el punching ball, que tanta provocación y tanto colaborador hater le cansa y que a dichos colaboradores del programa les desea una feliz Navidad. Se puede decir más alto, más claro, imposible.
Los motivos por los que ni Mónica ni Ángel callan
Ambos tienen una saneada situación económica, por lo que no necesitan arrastrarse ante la ‘cúpula’ y pueden mostrarse beligerantes denunciando lo que no les parece correcto.
Ángel, además de un edificio en propiedad, tiene una importante inversión en obras de arte que muchos museos querrían y nunca ha dejado de actuar ni de dar clases de interpretación.
Mónica, tiene una saneada empresa que compra pisos, los restaura y posteriormente los vende, algo que es muy común en Estados Unidos y que da unos buenos beneficios, aparte de su participación en diversos eventos y ahora en el reality.
En 2016 le compró su parte del maravilloso ático de 250 m2 situado en El Soto de la Moraleja que ambos habían comprado, a Carlos Lozano, por lo que desde esa fecha es totalmente suyo y en el reside con su hija Luna.
Qué a Mónica le gustaría trabajar también en televisión, totalmente cierto y ella siempre lo ha dicho, pero no a cualquier precio.
Telecinco ha pinchado en hueso y a pesar de sus ímprobos esfuerzos en hacernos creer que está rota y desesperada por estar en plató, la realidad es otra y lo saben.