El nuevo arco narrativo de Boruto: Naruto the Next Generations está protagonizando una de las peleas más intensas jamás vistas hasta ahora. Isshiki Otsutsuki salió a la luz y atacó sin piedad a Konoha. ¿Es el final de Naruto, Sasuke y Boruto?
Solo gracias a la intervención de Boruto, la Villa de la Hoja se salvó del ataque de Isshiki. Con su poder, el joven ninja llevó al enemigo a otra dimensión. Naruto y Sasuke, que anteriormente ya se habían enfrentado a la forma menor de Isshiki, acompañan a Boruto, pero a pesar de la ventaja numérica, la situación parece desesperada.
En el capítulo 50 de Boruto: Naruto the Next Generations, está claro que Isshiki Otsutsuki posee habilidades de un calibre completamente diferente al del trío de Leaf. En resumen, el antagonista logra derribar a Sasuke y tomar a Boruto como rehén. En ese momento, Naruto desata todo su poder para bloquear a Isshiki, de tal manera que recupera a su rival y se enfrenta al enemigo por parejas.
Combinando sus habilidades, Naruto y Sasuke frenan la furia de Isshiki, quien incluso es golpeado en toda su longitud por un Chidori. Pero el Otsutsuki revierte la situación usando un nuevo jutsu, el Daikokuten, una técnica que le permite lanzar objetos previamente almacenados a una dimensión alternativa. Los dos ninjas de Konoha están casi aplastados y aún desequilibrados, Sasuke está desarmado. Cuando el enemigo está a punto de matarlo, Boruto se para ante el ataque.
Este movimiento, que puede parecer suicida en la superficie, es en realidad un gesto táctico muy refinado. Basado en enfrentamientos anteriores, Boruto se ha dado cuenta de que, por alguna oscura razón, el líder de la Organización Kara no puede lastimarlo. Designado como anfitrión para la eventual resurrección de Momoshiki Otsutsuki, Boruto usa este as en la manga para salvar la vida de su maestro. Pero la vida de Sasuke todavía está completamente en juego.