Las llamadas intervenidas a Josep María Jové, hombre de confianza de Oriol Junqueras y pieza clave del proceso soberanista, revelan que la actual portavoz de Junts pel Catalunya (JxCat), era conocedora y participó en los preparativos del referéndum ilegal del 1 de octubre.
Así consta en la documentación que la Guardia Civil, ha remitido al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, instructor de la causa principal sobre el proceso soberanista catalán y la declaración unilateral de independencia. En esos informes, la Guardia Civil concluye que los tres principales responsables de la organización del referéndum, fueron Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Raül Romeva, pero “el cerebro de la logística” fue Josep Maria Jové.
PINCHAZO TELEFÓNICO
El pinchazo del teléfono de Jové, también les ha permitido averiguar que Elsa Artadi, por entonces directora general de Coordinación Interdepartamental del Departamento de Presidencia, estuvo implicada en los preparativos del 1-O.
En concreto, Artadi llamó a Jové a las 23.36 horas del 6 de septiembre de 2017, mientras se votaban los decretos de las leyes de desconexión en el Parlamento catalán. El motivo de la llamada fue conocer con qué fecha publicaban el decreto de convocatoria del referéndum, pues el conseller Jordi Turull, le había dicho que fuese Jové quien supervisase si el mismo 6 o el 7.
Jové le dijo en esa charla que estaban preparados para enviar las cartas a los ayuntamientos, con fecha del día 6, por lo que debía publicarse ese mismo día. Tres minutos después, Artadi comunicó a Jové que el decreto se publicaría alrededor de una hora después, pero con fecha del día 6.
LOS RASTROS DE ARTADI
La Guardia Civil también ha encontrado rastro de la participación de Artadi, en el proceso de construcción de las estructuras de la República, a la que aspiraban los responsables del ‘procés’ en una llamada suya al que fuera secretario de Hacienda, Lluis Salvadó.
En ella hablan de la creación de la Hacienda catalana y de las visitas que Salvadó está haciendo por oficinas y de la importancia de que los funcionarios sepan que les necesitan para poder recaudar.