La política de Esquerra Republicana de Catalunya, Carme Forcadell, renunciaba durante la mañana del 11 de enero a la presidencia, por segunda vez, del Parlamento de Cataluña.
Después de resumir la legislatura, marcada por la declaración unilateral de independencia, la aplicación del artículo 155 y la convocatoria de elecciones autonómicas, ganadas por Ciudadanos, anunciaba su decisión. Alegaba que la nueva era política necesita de una figura que no tenga cuentas pendientes con la justicia. Sin embargo, encarga a su sucesor en el cargo que, como ella, permita cualquier debate que se plantee en la cámara catalana, sin censurar ningún contenido. Afirmaba convencida haber actuado de manera responsable y que, ante la posibilidad de que sea ella la censurada o la vetada, prefiere dimitir.
Que la Justicia la persiga por diferentes delitos relacionados con el desafío soberanista y el 1-O, con la correspondiente proclamación fallida de la República de Cataluña, puede ser uno de los motivos por los que Forcadell rechace el puesto de presidenta, pero mantendrá su acta como diputada por ERC. añade que se siente orgullosa porque “no nos hemos doblegado, no hemos cedido y nos hemos mantenido firmes”.
ERC es la encargada de elegir un nuevo candidato para la XII legislatura. Carles Mundó era uno de los que sonaban con más fuerza. Sin embargo, hace unos días anunciaba que se retiraba de la vida política para retomar su oficio como abogado. Algunos diputados que suenan con fuerza sería Alba Vergès, Roger Torrent O Antoni Castellà.
La cuenta oficial del partido le agradecía a su diputada el servicio dado al Parlament y, por lo tanto, a Cataluña:
Gràcies, @ForcadellCarme! Gràcies per tota la feina feta i per defensar sempre la sobirania del #Parlament. Ha sigut un honor tenir-te com a presidenta! #GràciesCarme pic.twitter.com/vl6eo6xTVL
— Esquerra Republicana (@Esquerra_ERC) 11 de enero de 2018
Actualmente se encuentra en libertad provisional. Mientras, Junqueras sigue en la cárcel, solicitando que se le desplace a una prisión catalana para asistir a los plenos, y Puigdemont quiere que se le nombre presidente desde Bruselas por vía telemática.
