En cambio, seis meses después, coincidiendo con las fiestas navideñas y sus copiosas comidas en las celebraciones, el físico de los legionarios españoles se ha puesto en entredicho por sus mandos superiores. No todos los miembros de esa unidad de élite de la Infantería española están de tan buen ver como los caballeros legionarios que acompañan en imágenes a este artículo. Se ha detectado una cada vez mayor tendencia al sobrepeso y la obesidad media entre los miembros de la Brileg (Brigada de la Legión). El cuartel general de la Brigada se lo ha tomado tan en serio que ha elaborado un informe donde se planifica una ‘dieta severa’.
Tan severa que se compone, en resumen, de fruta y verduras, en cinco comidas al día. Como mucho se les permitirá “algo a la plancha” durante las cenas, entre carnes y pescados bajos en grasas. Todo ello acompañado de un programa de entrenamiento físico superior, pues reconocen en la Brileg que no tenían una cultura de educación física moderna, dedicándose a la tradicional y aburrida carrera continua, en largas marchas de kilómetros.
De esta forma se quiere evitar la imagen dada en algún que otro evento público, como desfiles o participaciones en las procesiones de Semana Santa, donde aparecía más de una”barriga cervecera”. También es una cuestión de edad. Los mandos del cuartel general reconocen ser una unidad donde permanecen muchos militares en niveles de soldados y suboficiales hasta una edad poco habitual. Cuarentones son soldados de primera, cabos y sargentos que suelen, como cualquier hijo de vecino, descuidar más su forma física, algo de lo que solían preocuparse cuando eran más jóvenes.
[Sumario]
En el informe de los mandos superiores se advierte del grave problema para la imagen de una unidad de combate excepcional, con una historia de excelso prestigio en sus hazañas y capacidades bélicas que podría ponerse ahora en cuestión. Aunque, además, y con la misma importancia, se habla del problema como una necesaria cuestión de salud, algo primordial de atender en una tropa con unos elevados niveles de exigencia tanto físicos como mentales.
El plan del cuartel general de la Brigada de Legionarios españoles contempla también un exhaustivo control anual. Si al pasar un año un miembro de la legión no logra perder peso significativo, se le podrá someter a un detallado reconocimiento médico que valore la “posible perdida de aptitud psicofísica” para el cumplimiento de sus funciones militares, lo que supone su expulsión del Ejército.
The Spanish Foreign Legion's uniform doesn't have a top button, which makes them the fruitiest killers in Europe pic.twitter.com/F7CADFWCFS
— Huw Lemmey (@huwlemmey) 5 de julio de 2017
