Ganar la Lotería suele ser el sueño de muchos. Especialmente en estas fechas, son también muchos los que ven ese sueño cumplido, gracias a los sorteos navideños. Sin embargo, no son pocos los casos en los que ganar la lotería ha terminado provocando problemas, e incluso la ruina, a los agraciados.
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Por esta razón, la Policía y la OCU han querido recordar algunos consejos para aquellos a los que la suerte les sonría estos días.
El primero y, quizá, el que más cueste cumplir es no pregonar a los cuatro vientos que ha tocado la Lotería. Los expertos recomiendan evitar publicarlo en redes sociales, y solo contarlo a las personas de más confianza. De esta forma, se evita que el dinero traiga consigo una repentina y falsa popularidad o, incluso, una estafa.
Otro importante consejo es no cobrar el premio de inmediato. Conviene esperar unos días antes de ir a por el dinero. Esa espera permitirá que se pase la euforia inicial, que puede llevar a gastar de forma compulsiva. Además, ese tiempo se puede aprovechar para hacer una lista con aquellas cosas en las que se quiere emplear e invertir el dinero.
Antes de cobrar el premio también hay que informarse sobre los impuestos a pagar. Y es que, desde 2013, todos los premios de más de 2.500 euros llevan un gravamen del 20%. Por lo tanto, si hemos ganado 400 euros, al final cobraremos 320.
Y cuidado si compartimos el décimo. En estos casos, lo que se recomienda es que el portador del boleto entregue una fotocopia, con su DNI y su firma a cada uno de los que participan en la compra. Otro aspecto importante es ir a cobrar el billete todos juntos, e informar al banco de que es un billete compartido. En ningún caso debe cobrar el dinero uno solo y repartirlo, ya que se consideraría donación y habría que pagar más impuestos.
Pero quizá el más sorprendente de todos los consejos sea el de no cambiar demasiado de vida. Son muchas las personas que, al ganar una gran suma de dinero, tienen la tentación de dejar de trabajar. Sin embargo, los expertos recomiendan no dejar el empleo, salvo que se tenga total seguridad de que se puede vivir del premio. De esta forma se evitan casos en los que los premiados terminan arruinados, al haber gastado sin medida a pesar de no tener otros ingresos.