El pleno del Congreso ha dado luz verde, a la reforma de la ley del concierto económico vasco, el conocido como cupo vasco, por valor de 1.300 millones de euros en el próximo quinquenio.
Ha salido adelante con los únicos votos en contra de Ciudadanos y la coalición valenciana Compromís, lo que supone un rechazo de 36 diputados. A favor han votado PP, PNV, PSOE que gobierna en coalición con los nacionalistas vascos, y Unidos Podemos.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro ha descartado que la aprobación de este cupo obedezca a la necesidad política de conseguir el apoyo del PNV. Montoro ha insistido en que el cupo vasco no es un privilegio “ni moneda de cambio” de nada, sino que es una “singularidad de la España plural” que beneficia al País Vasco, pero también al conjunto del Estado. Además, se ha comprometido a acordar en los primeros meses de 2018, la reforma del sistema de financiación para el resto de comunidades, salvo Navarra, y que sus efectos se reflejen en los Presupuestos del año que viene.
RECHAZO CONTUNDENTE DE CIUDADANOS
En el debate previo a la aprobación del cupo vasco, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha expresado la oposición contraria de su grupo parlamentario por lo que supone el cupo de insolidaridad con el resto de España.
En la defensa de la enmienda a la totalidad presentada por Ciudadanos, Rivera no ha querido discutir la foralidad ni la existencia del Concierto por estar en la Constitución, y carecer de apoyo para poder cambiarlo, sino su método de cálculo, que ha considerado un problema: “El ‘cuponazo’ no es un cálculo técnico sino un amaño”.
Rivera ha esgrimido que no garantiza la solidaridad e igualdad de los españoles, lo que ha considerado un fraude al artículo 138 de la Constitución. Asimismo, ha criticado la urgencia del Gobierno en aprobarlo, cuando existen otras urgencias como la ley de financiación autonómica, que lleva tres años de retraso.
El líder de la formación naranja, ha censurado que el País Vasco, que es la segunda comunidad en rente per cápita, “sea receptora neta y no aporte”. “Está subvencionada en un 30% por el resto de españoles”, ha abreviado.
Ha establecido comparaciones con la situación de otras comunidades como la valenciana, y se ha posicionado frontalmente en contra de “amparar los amaños del Gobierno con los nacionalistas”. “El ‘cuponazo’ es darle dinero a quien debería aportar”, ha añadido.