El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido poner en marcha nuevas medidas de seguridad, para evitar que se vuelvan a producir atentados como el del pasado verano. La Junta de Seguridad de la ciudad ha acordado instalar obstáculos en puntos clave del municipio y hacer peatonal todo el entorno de la Sagrada Familia.
Estas medidas se irán aplicando de forma progresiva, pensando en la próxima campaña de Navidad. En principio se instalarán obstáculos provisionales y móviles, como los que ya se colocaron después del atentado del 17 de agosto. Después, algunos de esos obstáculos serán sustituidos por piezas fijas.
Otra de las medidas será la de peatonalizar, progresivamente, todo el entorno de la Sagrada Familia. La medida se toma después de saber que el templo era uno de los objetivos de la célula que planeó los ataques de Barcelona y Cambrils. Para realizar esta peatonalización, se realizarán cortes en las calles Marina, Sardenya y Provença.
Con estos cambios, la Junta de Seguridad busca evitar el paso de vehículos en zonas con mucho tránsito de personas y, a la vez, proporcionar más espacio para los peatones en zonas muy turísticas, evitando las aglomeraciones.