Silencio atronador en la sede de Génova 13 de Madrid. La sentencia del segundo gran juicio a dos décadas de irregularidades en el PP ha obligado a un mutismo absoluto en la planta siete -la de la dirección nacional del principal partido de la oposición- del edificio que se financió con dinero negro, según la sentencia de la Audiencia Nacional que también condena al extesorero del partido Luis Bárcenas a dos años de cárcel. El fallo condena al partido como responsable civil subsidiario de 123.668 euros por el impuesto de Sociedades de Unifica de 2007. "Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir", se limitan a decir los miembros de la dirección nacional del PP a COLUMNA CERO. Todavía no han abandonado la sede, a pesar de que Casado anunció su salida de Génova 13 en febrero, tras el pésimo resultado del partido en las elecciones autonómicas de Cataluña, sorpassado por Vox y con el peor resultado de su historia en la Generalitat.
La realidad choca con los testimonios de testigos tan relevantes como los expresidentes del Gobierno y del PP José María Aznar y Mariano Rajoy; exsecretarios generales como María Dolores de Cospedal, Ángel Acebes, Javier Arenas o Francisco Álvarez Cascos, y otros testigos. Todos negaron conocer la estructura paralela de la formación y rechazaron haber recibido supuestos pagos a nombre a la sombra del Ministerio de Hacienda, según recogen los papeles de Bárcenas.
La remodelación de Génova 13 afectaba a varias plantas, sótanos, garajes y otras dependencias, trabajos que se llevaron a cabo entre 2005 y 2010. Por un lado, se emitía la factura del presupuesto de cada planta y, al final de la obra, se emitió una certificación final cuyo importe difería de lo esperado. Bárcenas y Urquijo decidieron “que una parte de los pagos correspondientes a dichas obras serían abonados con los fondos B que aquel gestionaba, pactándose la aplicación de un descuento por parte de Unifica de entre un 7% y un 8% del importe de los trabajos abonados con tales fondos, con el consiguiente ahorro tanto para el PP como para UNIFICA en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales”.
En la contabilidad del PP enviada al Tribunal de Cuentas solo hay cantidades emitidas por Unifica entre 2005 y 2011, “ocultándose por el contrario al control y la fiscalización del Tribunal de Cuentas la totalidad de los pagos no facturados efectuados por las diversas obras de remodelación al margen de la facturación y contabilidad oficial y con fondos en metálico que fueron satisfechos”. Al mismo tiempo que el PP pagaba con dinero negro, la empresa pudo "ocultar a la Hacienda Pública la percepción de los referidos pagos en B, eludiendo sus correspondientes obligaciones tributarias”.
Además, el partido acordó con la empresa simular el pago de sus obligaciones fiscales, haciendo constar datos que no se correspondían con la realidad de los hechos. “El importe total de las cantidades abonadas por el acusado Sr. Bárcenas a Unifica por las obras efectuadas en la sede central del PP (c/ Génova, 13 de Madrid), al margen de la facturación y la contabilización oficial, y no declarados a la Hacienda Pública, ascendieron a 1.072 euros”, asegura la Audiencia Nacional. "El ámbito de enjuiciamiento queda limitado a determinar los hechos y su relevancia penal en relación a la llevanza y gestión de una contabilidad B para el control interno de las donaciones recibidas por la formación política, la falta de declaración a la Hacienda Pública de las mismas en el impuesto de Sociedades de 2008”, concluye.