En España, las mujeres con discapacidad exigen que los poderes públicos reaccionen “ante el alarmante dato de violencia de género que sufren”, como apunta la Macro encuesta de Violencia contra la Mujer 2019, que refleja que una de cada dos mujeres de 16 o más ha sufrido algún caso de violencia de este tipo. En violencia física o sexual por parte de sus parejas el dato es que la sufren un 13,8% de las mujeres en general, pero la cifra se eleva al 20,7% entre las mujeres con discapacidad. De hecho, para un 17,5% de estas últimas, la discapacidad resulta de la violencia que ha sido ejercida sobre ellas.
El Grupo Social ONCE, a través de su Observatorio de Igualdad de Oportunidades, y con el fin de prevenir y erradicar la violencia de género sobre las mujeres ciegas o con discapacidad visual, elaboró la Estrategia de Lucha contra la Violencia de Género, señalando que más de la mitad de las mujeres con discapacidad han sufrido abusos físicos, en comparación con la tercera parte de las mujeres sin ella, según datos del Consejo de Europa.
El Grupo Social ONCE crea empleo para aproximadamente 73 personas, un 58% de ellas con discapacidad y un 42% mujeres. Números que le hacen ser el cuarto mayor empleador privado a nivel nacional. Y esta generación de empleo tiene especial importancia cuando va destinada a mujeres víctimas de violencia de género, cuya presencia va creciendo en la plantilla. De hecho, solo la ONCE cuenta ya con más de 5.500 agentes vendedoras, todas con discapacidad.
Empleo para víctimas con discapacidad
Fundación ONCE junto a la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades y la Fundación CEOE, dio comienzo el proyecto Radia, donde formará a 50 mujeres con discapacidad en competencias digitales, favoreciendo su posterior inserción laboral.
Desde inicios del 2020 Ilunion ha perpetrado 44 contrataciones a mujeres víctimas de violencia de género con discapacidad, a pesar de las mayores dificultades socioeconómicas, ésta es una prioridad. Y en el mismo período Inserta atendió a 150 mujeres víctimas de violencia de género con discapacidad, ha formado a 80 y facilitado la inserción laboral de 19, teniendo en cuenta que son contrataciones externas y que la creación de empleo en nuestro país desde mediados de marzo es prácticamente inexistente. Y suma ya casi 2 mujeres en esta situación atendidas.
Además, las empresas del Grupo Social ONCE han lanzado un protocolo pionero en el sector de los vigilantes de seguridad para la atención en caso de agresión o acoso a mujeres.
Finalmente, el vigente XVI Convenio Colectivo contempla las diferentes medidas de protección para las trabajadoras víctimas de violencia de género, tales como reducción de jornada; reordenación del tiempo de trabajo; traslados; suspensión del contrato con derecho a reserva del puesto de trabajo de origen, punto o zona de venta; entre otras. Prestando especial atención a la situación de la mujer con discapacidad.
Igualdad
El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora el 25 de noviembre. Se eligió esta fecha en recuerdo del asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo, en la República Dominicana.
Según la ONU, la violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo. La violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal); violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético); trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual); mutilación genital, y matrimonio infantil.
La Declaración sobre la eliminación de la violencia de la ONU define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para alcanzar igualdad, desarrollo y paz, al igual que para conseguir el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas. Y lo que, es más, la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de no dejar que nadie se quede atrás, no podrá cumplirse sin antes poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.