La situación epidemiológica del coronavirus en España es la gota que colma el vaso compartido por el Gobierno y la oposición para que todo se derrame. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, compareció el pasado jueves en el Congreso de los Diputados para explicar el estado de alarma declarado la semana pasada en Madrid ante la oposición férrea de la derecha. El titular del ministerio aseguró que "la situación es frágil, preocupante y cambiante", e hizo una llamada a la "unidad" política para vencer conjuntamente a la segunda ola de la Covid-19.
Illa defendió que todas las decisiones que está tomando el Gobierno para afrontar la crisis sanitaria tiene como único objetivo "salvar vidas" y “la protección de la salud en el inicio del puente del 12 de octubre y limitar la difusión del virus”. Por ello, negó cualquier batalla política con ejecutivos autonómicos -como el de la Comunidad de Madrid- porque "el único enemigo del Gobierno de España es el coronavirus". No obstante, descartó levantar el estado de alarma antes de que expire su vigencia, el próximo 23 de octubre.
“El promedio de incidencia acumulada en la Comunidad de Madrid es de 465 casos por 100 habitantes, más del doble del promedio nacional. No podemos normalizar incidencias tan altas", subrayó. “Por encima de 120 casos, el ECDC considera la zona de muy alto riesgo. La perspectiva real de la situación de España es que algunos territorios duplican este nivel de alerta máxima. Tenemos que bajar la incidencia acumulada alrededor de los 100 casos positivos", pidió también el ministro.
La oposición atacó sin piedad al Ministerio de Sanidad. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, aseguró que el Ejecutivo está "rabioso" por las cifras, cada vez menores, de la incidencia acumulada en Madrid y, por ello, instó al ministro a levantar el estado de alarma. "Después, váyase", le instó.
El diputado de Vox Juan Luis Steegmann aseguró que el Ejecutivo recorta las libertades. "Típico de los comunistas: faltan los perros, faltan los muros. Ustedes durante el franquismo se tomaron las vacaciones", aseguró. "Nos han encerrado por soberbia", criticó el diputado ultra.
El portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, hizo unaa llamada a la unidad para evitar "otro confinamiento durísimo". "Les pido que hagamos una reflexión sobre cómo nos hemos comportado, que hagamos autocrítica y que en esta segunda ola lleguemos al consenso. Se llegó tarde a la primera ola. Señores del Gobierno, se han desentendido ustedes de la segunda ola. El 16 de agosto teníamos 6 contagiados", aseguró.