Comisión tranquilita hoy en el Congreso. Illa se ha enfrentado a los leones del Congreso en la comisión para actualizar los datos de la pandemia. Su gestión, bajo lupa: la oposición le ha preguntado por las cifras de Sanidad, el comité de expertos para la desescalada y los comentarios de Fernando Simón sobre los turistas.
El comité de expertos que diseñó la desescalada aún genera dudas: “¿Qué pasa con el comité: existe o no? ¿Es una coartada para decir que las decisiones políticas eran científicas?”, ha interpelado Ciudadanos. El PP entiende que los cambios de fase sí se hicieron con “decisiones políticas” porque el Defensor del Pueblo concluyó que no había tal comité. Illa ha defendido que todo se hizo siguiendo criterios técnicos y, por tanto, las decisiones venían respaldadas por los informes de Salud Pública: “No se creó un comité al margen”.
Al PP también le preocupa que el Gobierno no esté dando cifras reales: “Lo que buscan los españoles es certidumbre y eficacia, y lo que encuentran es caos, improvisación y negligencia. Nos encontramos opacidad y medias verdades en las cifras de fallecidos”, ha criticado Cuca Gamarra. Guillermo Díaz, de Ciudadanos, también ha tirado por ahí: “Sé que no hay manos negras, sino manos torpes. Es urgente [que se corrijan las cifras] porque son pocos los ciudadanos que confían en los datos”. Sergio Sayas, de UPN, prefiere la ironía fina: “No hay quien pueda seguir las cifras en este país. Es más fácil descifrar el manuscrito Voynich que las cifras de Sanidad”. Illa insiste: no hay contradicción, se miden los muertos con PCR positiva (cifra que da el INE) y, aparte, las personas que murieron de más si se compara con otros años (exceso de mortalidad que analiza el MoMo del Instituto Carlos III).
Algunos partidos han pedido además la dimisión de Fernando Simón, el responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Sayas (UPN) ha exigido su dimisión por “frivolizar” con la mascarilla de tiburones en el funeral por los muertos del virus, por “no haber hecho caso a los informes internacionales” y por decir que es mejor que no vengan turistas. Gamarra (PP) estuvo más prudente: “Debe cesar en ser la voz del Gobierno. El doctor Simón no es lo que este país necesita, porque genera incertidumbre y hace un grave daño a España. Sus declaraciones sobre la llegada de turistas son negligentes”. También VOX ha pedido que se vaya.
El partido de Abascal, en su línea: “El Gobierno antepuso su agenda ideológica a salvar vidas en este país (…) Lo único que pueden hacer para dormir tranquilos es pedir perdón (…) El respeto por los muertos empieza por contarlos”. Unidas Podemos ha criticado la gestión de Ayuso porque ve “inadmisible” que comunidades como Madrid y Cataluña no refuercen la atención primaria y externalicen la contratación de rastreadores. “La tarjeta Covid ha sido un esperpento. Le pido al PP que forme a la presidenta Ayuso para que no diga cosas así. No hay evidencias científicas. Lo único que hace es espectáculo y estamos para ser rigurosos”, ha insistido Rafa Mayoral.
En la comparecencia, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha expuesto la actualización de los datos de la epidemia. Sanidad calcula que hay 412 brotes activos. Preocupan sobre todo el ámbito social (las salidas, fiestas y reuniones) y el laboral. El 24% de los contagios viene del trabajo y el virus afecta especialmente a los temporeros. “Estamos en un escenario distinto al de marzo”, ha insistido Illa. Un 60% de los casos detectados son asintomáticos, ya se están haciendo más de 40 PCR diarias (las comunidades hacen de media un 7% más de pruebas) y la edad media de los contagiados ha bajado. De momento, son pocos los ingresados, así que “la presión sobre el sistema sanitario” es baja. El ministro también ha recalcado que siguen trabajando en coordinación con las comunidades, a las que le ofrece un apoyo constante. El Gobierno prevé reforzar los controles sanitarios en los vuelos internacionales con más formularios y aparatos para medir la temperatura. Además, el 70% de los pasajeros ya acceden con un código QR para evitar contagios. La idea clave: “No debemos perderle el respeto al virus” porque “salimos de la tormenta, pero no estamos en puerto seguro”.