El vicepresidente ha zigzagueado hoy en la sesión de control al Gobierno en el Senado para centrar sus respuestas en las cloacas del Estado y ha dejado en el aire algunas de las cuestiones clave del caso Dina: “Solo encontraron un vídeo de Echenique bailando una jota y unas palabras mías soeces por las que pedí disculpas”, ha minimizado Iglesias.
Pero al líder de Unidas Podemos no le ha costado entrar en el combate con los populares, que le han recriminado su “machismo” por “tomar las decisiones de sus colaboradoras”. Ha tirado de ironía, y, ante todo, cortesía parlamentaria: “Gracias, senadora, por el tono conciliador y moderado”. Duró poco: “A pocas formaciones se les ha investigado tanto para encontrar trapos sucios como a nosotros. Pero, aunque ustedes vayan a mover Roma con Santiago para que Villarejo y Fuentes Gago se vayan de rositas, en España no habrá impunidad para los delincuentes”.
Se suponía que el PP iba a preguntar por la Agenda 2030, pero encontraron el hilo para conectarla al caso Dina: “En igualdad de género [objetivo 5 de la Agenda 2030] va un poco descarriado, señor Iglesias. Usted es el macho alfa de la manada que decide qué es mejor para Dina, se queda la tarjeta, accede a su contenido violando su privacidad y se la devuelve inservible para asegurarse de que no hay contenidos perjudiciales para usted”, ha criticado la senadora María Salom.
Más intentos del PP. Maroto ha endurecido, más si cabe, el tono en su turno: “La cloaca es el hábitat en el que usted se mueve como pez en el agua”. Se ha centrado en los señalamientos de Podemos a periodistas: “Estamos en 2020 y tenemos que enseñarle al vicepresidente qué es la libertad de prensa. Naturalizar el insulto, atacar a periodistas y ocultar el caso Dina no se ajusta a la democracia”. Iglesias se ha reafirmado en su teoría sobre normalizar el insulto: “A mí los insultos no me gustan. Pero forman parte de esta realidad, aunque son muy desagradables y tenemos instrumentos jurídicos si creemos que se han pasado de madre. Nadie como ustedes ha atacado tanto a periodistas. Creo que deberían de tener una pizca de decencia”.
A Irene Montero también le han preguntado por este tema como ministra de Igualdad. Los populares han vuelto a insistir en la protección que dijo Iglesias que le ofrecía a Bousselham al guardar su tarjeta: “Devolver la tarjeta habría sido muy del heteropatriarcado, ¿verdad? Me resulta indigesto que Iglesias diga que debemos ser protegidas. Es lamentable que el PSOE sea corresponsable mirando a otro lado. Llegue a casa borracha o como quiera, pero con su móvil y su tarjeta. Si el príncipe azul no existe, en versión morada tampoco lo va a encontrar”.
La ministra de Igualdad ha decidido no valorar el comportamiento del vicepresidente y ha reprochado al PP la falta de propuestas: “Llevan toda la sesión haciendo acusaciones muy graves. A ustedes el feminismo les importa poco y por eso gobiernan con la ultraderecha”, ha zanjado.
Apoyo velado del Gobierno
De la respuesta del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, a los populares se intuye el respaldo velado a Iglesias. Campo se ha centrado en la gramática de la pregunta más que en el contenido: “Está pidiendo mi opinión sobre la actuación de los fiscales. Mire usted, no tengo opinión”. El PP quería saber cuál era su valoración sobre los fiscales que filtraron información secreta a los abogados de Podemos. Se lo pedía a un ministro, obviando la separación de poderes. Tiró por ahí el senador Bernabé: “No podíamos pensar que el certificado de defunción de Montesquieu lo firmaría el presidente Sánchez desde la Moncloa. Aquí todo es cada vez más pestilente. Todo para proteger a Iglesias. Este, el de los azotes, es del que depende la Igualdad”. El ministro, tajante: “Ha dado por hecho elementos propios de un juicio paralelo; no los voy a calificar, pero sabe lo que estoy pensando”.