La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) hace pública la improvisación del Ministerio del Interior y el director general de la Guardia Civil, por la comunicación, emitía el 6 de septiembre, de aprobar una comisión de servicio, no indemnizable, desde el 11 de septiembre hasta mediados de octubre, que afecta a 200 guardias, que tenían previsto, mañana, 11, iniciarar el permiso de incorporación hacia sus nuevos destinos, fuera de esta comunidad.
Las sospechas, sobre esta medida, recaen en las actuaciones del Parlamento Catalán y en el anuncio de convocatoria de referendo, el 1 de octubre. Una actuación que se suma a las ya anunciadas por el Gobierno y que lleva a cabo de Fiscalía General del Estado.
Sobrepasados
A nadie se le escapa que el Gobierno está sobrepasado por los ‘pasos adelante’ que la Generalitat ha dado en las últimas horas, que han abocado a la acción al Presidente Rajoy, pero esto no es óbice para que los representantes sindicales levanten la voz: “¿cómo es posible que se informe al personal afectado tan sólo con 5 días de antelación? ¿Tan poco importa la vida personal/familiar de los agentes y sus familias?”.
La decisión de que 200 guardias civiles permanezcan en Cataluña, hasta “ver qué pasa”, es razonable, dadas las circunstancias, pero no justifica la improvisación y, menos aún, cómo se aplica a este colectivo: sin remuneración para la vivienda y otros menesteres.
Cabe suponer
Como dice la AUGC, “buena parte de esos guardias civiles que deben permanecer en Cataluña ya habían informado a los propietarios de las viviendas de alquiler que dejaban las mismas o, incluso, aprovechando sus vacaciones, ya habían vaciado la vivienda a finales de agosto para no tener que pagar el alquiler del mes de septiembre”.
Cabe suponer, que la Dirección General de la Guardia Civil, desde el 6 al 10, tiene una solución para tan amplia plantilla, que pasa por pagar los gastos que este cambio de planes les genere a cada uno. Parafraseando a Mariano Rajoy, “no es razonable”, que se les deje al raso durante, por lo menos, un mes. El alejamiento de sus familias si que no tiene solución, por ahora.
Daños colaterales
Los acontecimientos especiales que se han producido en la comunidad catalana, deberían haber sido la primera hipótesis a barajar; lejos de ser así, parece que se han recibido con tanta incredulidad como sorpresa lo que lleva a tomar decisiones, en pro de atajar las consecuencias del empecinamiento en un referendo.
El desafío catalán al Gobierno ya tiene sus primeros daños colaterales: 200 familias desconectadas; 200 agentes permanecen de servicio… porque, ¿a nadie se le ocurrió señalar el final de octubre como fecha de salida, por si acaso?