ÚLTIMA HORA SOBRE EL AVANCE DEL CORONAVIRUS EN ESPAÑA
Con el paso de la pandemia del coronavirus por España, el Gobierno tendrá que afrontar nuevas realidad y nuevos retos. Entre ellos, el de aprobar los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE), claves para la viabilidad del propio Ejecutivo y los primeros progresistas desde 2011. ERC, el que fuera socio preferente de Pedro Sánchez, ya ha advertido que no apoyará las nuevas cuentas si no hay avances en la mesa de negociación entre el Ejecutivo y la Generalitat, pero esto solo podría ser un órdago.
El acercamiento de Ciudadanos a La Moncloa podría restarle mucha importancia a los republicanos y, por ende, a su mesa de negociación. ERC pasaría de ser partido clave en las negociaciones a una formación que ofreciera, si fuera viable, su apoyo puntual a votaciones disperas.
Con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, ERC debe mantener un discurso bicéfalo entre el ala dura de su partido, que apuesta por la independencia o, al menos, en prometerla; y el ala moderada, que apuesta por iniciar un camino de diálogo conjunto con el Estado para intentar hallar una solución conjunta al desafío soberanista de la Generalitat.
El portavoz del partido en el Congreso, Gabriel Rufián, tendrá que moverse entre estas dos corrientes. Por un lado, no debe perder la interlocución con el Gobierno si quiere seguir siendo uno de sus pilares; por otro, no puede defraudar a su electorado. Veremos.