Pablo Iglesias se queda fuera acusación particular en el caso Villarejo. Al parecer, el instructor de la causa opina que la pareja de Irene Montero no es una persona "perjudicada" por el ex-comisario. Un varapalo que se produce en medio de manifestaciones contra el Gobierno en toda España, escándalos en el chalet de Galapagar (Irene Montero), todos asuntos que aún están por resolverse judicialmente. El evento mediático incluye, entre otros, al marido de Ana Rosa Quintana, Juan Muñoz. La resolución habla de unas fotos íntimas de la asesora de Pablo que obrarían en su poder.
Pablo Iglesias, convidado de piedra en un caso muy mediático
Así lo ha dictado el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón (cercano a elementos de la caverna mediática). El responsable de instruir al comisario Villarejo exime a este de cualquier tipo culpabilidad sobre la persona de Pablo Iglesias. En medio de una extensa investigación no se han encontrado suficientes pruebas para incluir como víctima al compañero de Pedro Sánchez en el gobierno. A su vez, supone un revés al ver contradicciones en su posición de daminificado, dando a entender que era una estrategia del madrileño con intenciones espúreas como sacar rédito electoral del gran escándalo.
Fotos de la asesora de Pablo Iglesias retenidas por él mismo
Quizás el asunto más curioso sobre este informe tiene que ver, una vez más, con la vida personal de Pablo Iglesias; o al menos, este ha sido el argumento de diferentes medios de la derecha y sus directores (Alfonso Rojo o Eduardo Inda) para difundir la noticia. Un USB con fotos íntimas y una supuesta extorsión era lo que el líder de Unidas Podemos denunciaba y relacionaba con este caso. Sin embargo, las "cloacas del estado" no tendrían nada que ver según el juez del caso. Dina Bousselham habría sido la daminificada en esto desde el año 2015 donde habría recibido un supuesto chantaje junto con su jefe respecto a la difusión de esas imágenes. Hoy en día, con la ley en mano, si alguien se atreviera a eso se enfrentaría a duras penas de cárcel, pero en aquel entonces se habló de la venta de esos documentos a una revista semanal.
Contradicciones, mentiras y cintas de video
En una pieza separada del caso, Pablo Iglesias y Dina Bousselham se presentaban como acusación particular con el objetivo de limpiar un honor y no ceder a las presiones del matonismo mediático. En su denuncia, incluían la referencia a diferentes periodistas, que desde entonces se han dedicado especialmente a atacar a Iglesias por la vía personal. Hasta tres veces han intentado desmontar su relación con Irene Montero potenciando una imagen de "Casanova" que se ha tornado falsa. Su último bulo ocurrió al principio del confinamiento donde se hablaba de una infidelidad con Lilith Verstrynge, algo que resultó ser una noticia falsa y que solo fue difundida por los medios cuyos directores son habituales parroquianos en las tertulias televisivas más radicales.
Por su parte, Dina Bousselham ha visto su castillo de naipes derrumbado cuando la policía ciéntifica ha desmontado su teoría del "robo de información" y ha demostrado que fueron pantallazos de ella misma enviado a otras personas. Su argumento era contar con ello como pruebas pero la entrega a la pareja de Irene Montero de una memoria USB con todos los datos ha sido la principal causa para alejarlos. Sin duda, un argumento propio de "cloacas del estado" que todavía está por resolverse y que incluye a personajes tan variopintos como Javier López Madrid (amigo de Letizia Ortiz), el propio rey emérito Juan Carlos I, su amiga especial Corinna o Juan Múñoz (marido de Ana Rosa Quintana y, a la sazón, principal azote de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias).