La venta de drogas en la plaza de Cataluña, Barcelona, ya no es un buen negocio para los jóvenes marroquíes. Ahora, lo que se lleva es la captación de menores españolas para el mercado de trata de blancas. La desaparición de Caroline del Valle podría estar ligada perfectamente a ello. La sede central de estos delincuentes, supuestamente se encontraría a las puertas de la Apple Store, ahí es precisamente donde estos centran su mirada en su próxima presa, para posteriormente ganarse su amistad a través de regalos que no están al alcance de todo el mundo.
Una joven, que prefiere mantener su anonimato, ha asegurado en declaraciones que “una vez, un chico vestido al estilo ‘swagger’, me dijo de ir de fiesta por la noche, sin conocerme de nada, y a cambio me regalaba un Iphone, de los últimos que había salido al mercado”. En este caso en concreto la joven rechazo la oferta, pero se ha dado el caso de numerosas chicas que han desaparecido precisamente por esa zona. El caso de Caroline es distinto, ya que ella, sin ser consciente de lo que sucedía con esos muchachos, podría haber entablado amistad con dicho grupo a través de unas amigas nuevas en su vida, Sílvia, que a su vez entablo amistad con Niss, una conocida por la policía y no precisamente por ser un angelito.
Como ya es habitual en este caso, la policía catalana asegura que no hay pruebas que confirmen que esto esté sucediendo en plaza Cataluña, aunque ni tan solo se han dignado a investigar que exista una mínima posibilidad de que esto sea posible. Hoy por hoy, la generación que frecuentaba la Apple Store en la fecha en la que desapareció Caroline se ha jubilado y gozan de una vida lujosa aun siendo ilegales en el país. Sus sucesores, por eso, siguen a la expectativa para seguir cazando, impasibles y tranquilos en las puertas de dicho comercio. Los encargados del establecimiento, se niegan a realizar cualquier tipo de declaración al respecto, aun así, aseguran que solo “son jóvenes que vienen aquí a chupar wifi”.