Trágicamente la lista de víctimas del atentado de Barcelona del pasado jueves 17 de agosto aumenta. Esta vez no se trata de ninguno de los heridos atropellados en la Rambla de Barcelona sino de un joven de 34 años que sufrió el robo de su vehículo por parte del, presuntamente, autor del atropello en la Rambla. El joven murió por apuñalamiento para serle robado el vehículo en el que huiría el presunto autor del atropello masivo. Su cuerpo fue encontrado en el interior de su coche en un aparcamiento de Sant Just Desvern.
Joven solidario
Pau Pérez se definía a si mismo del siguiente modo: “Soy una persona divertida, organizada y responsable. Me gustan los animales y los niños. Juguetón. Me encanta ver películas, salir con los amigos y conocer gente. Me interesa trabajar en países menos desarrollados ayudando a la gente y, si es posible, ver diferentes lugares y paisajes increíbles”. Este joven era solidario por naturaleza, tanto es así que en 2010 estuvo en Haití en tareas humanitarias durante varios meses.
Este joven de 34 años también era un amante del deporte en general y del fútbol en particular. En la actualidad practicaba fútbol 7 con sus amigos y también había jugado cuando niño en el FC Villafranca y posteriormente en la Agrupació Esportiva Moja. Licenciado en Ingeniería Electrónica por la UPC, actualmente trabajaba para la Seat. Esperemos que sea la última víctima de este ataque que aún sigue muy viva en la memoria de Barcelona y España.