Pedro Sánchez mantuvo ayer en Vitoria una reunión con el lehendakari Íñigo Urkullu y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, con la intención de aunar fuerzas entorno a la reforma constitucional que pretende impulsar en el Congreso de los Diputados. Ambas partes coincidieron en la necesidad de establecer una “reflexión compartida y serena” sobre el modelo territorial del Estado para profundizar en su plurinacionalidad.
El secretario general de los socialistas apuntó a su llegada que su pretensión era recuperar la relación “fluída” con el lehendakari y recabar su apoyo para impulsar la reforma de la Carta Magna, porque, según apuntó, los socialistas defienden “una España nación de naciones”. Por elló, también incidió en la cuestión lingüística, considerando que “va siendo hora de tener un presidente del Gobierno que conceda igual importancia al uso del euskera, del gallego y del catalán como al del castellano”.
Y es que, desde el PSOE, una de las columnas imprescindibles para la estabilidad política en España es la garantía de un modelo territorial asentado que reconozca la diversidad y, la única vía para conseguir esto, es repensarse la Ley de leyes. Desde el PNV, dejan la puerta entreabierta a este mecanismo y son prudentes al respecto, porque tienen dudas sobre si el camino de la reforma constitucional es el adecuado.
