El Ayuntamiento de Chiva (Valencia) ha sido obligado a restituir en su puesto al jefe de la Policía Local de Chiva, José Javier Collado Pérez, según resolución de la alcaldía de 30 de mayo, tras invalidar todas las acusaciones vertidas contra él, en el expediente disciplinario incoado el 10 de enero, y que conllevó apartarle del cargo durante 64 días.
El Sindicato Profesional de Jefes y Mando de la Policía Local de la Comunidad Valenciana (SIPROJEFES CV), informa de que, en aquellos días el ayuntamiento le dio una gran difusión pública, “después de que el instructor del expediente, concluyese que había inexistencia de responsabilidad y falta de consistencia de esas acusaciones”.
3 faltas graves y 1 muy grave
No sólo eso, añade el sindicato, “sino que el propio instructor dejó sin efecto dos de las cuatro acusaciones, al día siguiente de la toma de declaración del jefe de Policía Local”. El ayuntamiento acusó a José Javier Collado Pérez, de tres faltas graves y una muy grave. Las tres primeras eran por no haber realizado las memorias anuales del Cuerpo, de los años 2014 y 2015, y patrullar de paisano “habitualmente”.
En cuanto a la muy grave, le imputaba “insubordinación manifiesta”, por redistribuir las tareas del intendente Francisco Esteso Navarro, quien, curiosamente, ha estado todo este tiempo ejerciendo las funciones de jefe de la Policía Local de Chiva, por mandato directo del alcalde, Emilio Morales Gaitán, pese a que su incorporación a la plantilla policial de Chiva es en comisión de servicios, desde el 11 de agosto de 2016; comisión que está recurrida en los tribunales por un sindicato policial, al incumplir la normativa que obliga a otorgar ese puesto con publicidad de la convocatoria.
Memorias y vestimenta
El instructor del expediente, intendente principal como el expedientado, retiró dos de esas acusaciones nada más tener conocimiento del contenido del expediente y únicamente entró a valorar dos posibles infracciones, la de la elaboración de las memorias y la de no vestir de manera habitual el uniforme reglamentario en el ejercicio de sus funciones.
Un mes después fue nombrado el instructor y tomó declaración al acusado, el 9 de marzo. Al día siguiente, 10 de marzo, propone que el ayuntamiento debe “incorporar inmediatamente al funcionario José Javier Collado Pérez, a su puesto de jefe de la Policía Local de Chiva, el 15 de marzo de 2017.
11 testigos
El instructor tomó declaración a 11 testigos; 9 de ellos policías locales de Chiva, incluido el intendente Francisco Esteso Navarro, para saber si Collado vestía el uniforme reglamentario y requirió al IVASPE y al Ayuntamiento de Chiva la documentación para comprobar si las memorias habían sido realizadas y entregadas, tal como defendía el expedientado.
Un día lo vio de paisano
De los 11 testigos, todos, salvo Esteso y el inspector Javier López Cervera, coincidieron en que el expedientado “viste siempre de uniforme, salvo en los casos justificados, como es asistir a juicios o tener citas médicas”. Sólo Esteso insiste en que “un día”, el 9 de enero de 2017, “lo vio de paisano”. En cuanto a López, en su declaración esgrime que “para él, habitualidad es todos los días y en ese caso su respuesta ha de ser no”, si bien responde que cuando lo ha visto de paisano “no sabe si existía causa justificada para ello”.
Por lo respecta a las memorias, el instructor es igual de tajante. La Generalitat Valenciana confirma la elaboración y remisión de ambas memorias, y el ayuntamiento reconoce “la existencia física y en soporte informático de las mismas, en la Policía Local de Chiva”, como había reiterado el expedientado, aunque el ayuntamiento no había sido capaz de encontrar esa documentación en sus dependencias.
El jefe lleva a los tribunales al alcalde
Pese a que el instructor advertía de que la suspensión de empleo y sueldo de 6 meses, impuesta por la alcaldía, era desproporcionada y que esa medida “podría exceder de las posibles sanciones a las que se expone el funcionario expedientado”, el Ayuntamiento de Chiva aún ha tardado 25 días en archivar los cargos contra el jefe.
Ahora, Collado va a emprender acciones legales para exigir responsabilidades contra el alcalde, Emilio Morales, quien, como es conocido, ya está incurso en al menos tres procesos judiciales: uno por calumnias, que está en fase de apertura de juicio oral; otro por delito contra la libertad de los trabajadores, por presuntamente vetar a una médico y otra más, por supuestas coacciones a un concejal del PSPV de Chiva.