El pulso que mantuvo Quim Torra con la Junta Electoral Central (JEC) durante la precampaña y la campaña electoral de las elecciones municipales, autonómicas y europeas del pasado 26 de abril le podría salir caro al presidente de la Generalitat. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) le ha procesado por un posible delito de desobediencia por no querer retirar el lazo amarillo en favor de los políticos presos del procés que colgaba del balcón del Palau de la Generalitat en periodo electoral. Según el magistrado de la Sala de lo Civil y Penal, el líder independentista podría haber cometido un delito y decidirá si le sienta ante el juez cuando lea los escritos de acusación.
El magistrado instructor de la Sala civil y Penal finaliza la instrucción de causa x #desobediencia a la Junta Electoral Central contra el #president del @govern @QuimTorraPla x querella de @fiscal_es y abre trámite de petición de apertura de juicio o de sobreseimiento
— TSJCat (@tsj_cat) 27 de junio de 2019
El sucesor de Carles Puidemont testificó durante 45 minutos el pasado 15 de mayo para dar su versión de los hechos y pidió que se archivara la causa abierta contra su persona. El auto de juez Carlos Ramos recoge el "propósito de disimular su firme designio de incumplir o, en cualquier caso, de retrasar lo máximo posible el cumplimiento del mandato de la JEC". El juez, además, afirma que "no puede invocarse en asuntos electorales una pretendida autonomía del president de la Generalitat, como autoridad del Estado, frente a la Administración Electoral y, menos aún, durante el periodo electoral de unas elecciones generales".
Tal y como distribuyó el Govern el pasado 20 de marzo, "el president no ha dado ni dará ninguna orden como le había exigido la JEC", yendo en contra del mandato del órgano legislativo. No obstante, al día siguiente se sustituyó la pancarta de la fachada por un frase: "Libertad de expresión", acompañada de un lazo blanco. Para la Fiscalía, Torra actuó "consciente y deliberadamente" en contra de la JEC.