El PSOE anda con pies de plomo. Con un Gobierno en funciones y sin fecha establecida para que Pedro Sánchez se someta a la sesión de investidura en el Congreso de los Diputados, los de Ferraz 70 necesitan asentar apoyos fiables para vislumbrar cuáles serán las posibles dificultades a las que se enfrentará su líder en los próximos días. Sin embargo, el escenario es algo diferente: tras los últimas decisiones políticas de los socialsitas en el País Vasco o en las Islas Canarias, el apoyo de los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria (CC) está más alejado que nunca, por lo que Sánchez necesitaría de los seis escaños del PNV.
El PSOE ha acordado esta misma mañana arrebatar el gobierno del archipiélago canario a CC tras 24 años de hegemonía del partido de Ana Oramas en el Congreso de los Diputados. El secretario general del PSOE en Canarias, Ángel Víctor Torres, será investido nuevo presidente de las islas gracias a los apoyos de Podemos, Nueva Canarias (NC) y Agrupación Socialista Gomera (ASG). Entre ellos suman 37 de los 70 escaños del parlamento autonómico, suficiente para desbancar a Fernando Clavijo. Oramas aseguró en su audiencia con el rey Felipe VI en el Palacio de La Zarzuela que no apoyaría un gobierno en el que estuviera o contara con el apoyo de Podemos, por lo que la abstención se torna ahora complicada.
El acuerdo entre el PSN y Geroa Bai para que la marca navarra del PNV presida el Parlamento de Navarra no ha gustado a los de UPN. Su líder y candidato a la presidencia del gobierno autonómico, Javier Esparza, acusó a la socialista María Chivite de pactar con los "batasunos" para evitar que dirija la comunidad foral. Es por ello que los dos diputados que tiene la formación en la Cámara Baja, anexionados en la bancada del PP, podrían votar en contra de la investidura del secretario general del PSOE cuando hasta ahora se hablaba de una abstención que facilitara un poco más la formación de un nuevo gobierno en la XIII legislatura.
Por lo tanto, la investidura radica en la postura de ERC o EH-Bildu. Si bien los independentistas catalanes han asegurado que no quieren bloquear la investidura ni forzar un adelanto electoral, han recordado a Sánchez que su apoyo "no es un cheque en blanco". Las conversaciones avanzan: la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, y el de ERC, Gabriel Rufián, así lo han confirmado. Por lo tanto, tendrán que establecer sus líneas rojas para ver hasta dónde están dispuestos a ceder y valorar el grado de viabilidad de la sesión de investidura.