El Partido Nacionalistas Vasco ha presentado una iniciativa en el Congreso de los Diputados para que las marcas no puedan realizar campañas en las que se ofertan productos sin IVA. El PNV afirma que: “observamos con preocupación algunos tipos de estrategia comercial que se vienen consolidando, principalmente entre las grandes superficies, que creemos que favorecen una percepción distorsionada sobre el pago del IVA. Nos referimos a las campañas publicitarias con lemas tales como Día sin IVA, Ahórrate el IVA, Te descontamos el IVA, Semana sin IVA etc”, señala la formación nacionalista.
En estas campañas, el usuario paga el producto con un descuento del 21%, que sería como pagarlo sin IVA, aunque el impuesto sí se paga. Al parecer, al PNV le preocupa que los consumidores sepan cuánto pagarían si no existiese el IVA.
Además, recalcan que esas prácticas publicitarias incitan al usuario a pensar que pagar impuestos es algo malo. “Prácticas publicitarias como las mencionadas no resultan un buen ejemplo para ello. Ha de quedar claro, sin ningún género de duda, que, siendo el IVA un impuesto que grava el consumo, cada compra que las personas consumidoras realicen en los establecimientos que llevan a cabo este tipo de campañas publicitarias está sujeta al IVA, digan lo que digan las mencionadas campañas publicitarias”, señala el PNV.
“Por lo tanto, además del efecto pernicioso respecto a la concienciación ciudadana al que nos hemos referido, es evidente que los eslóganes de las campañas no resultan veraces, porque en ningún caso las empresas que los promueven evitan a su clientela soportar el IVA que ellas deben ingresar. Dichas campañas hacen un flaco favor a un funcionamiento transparente de la economía, fomentan valores que poco tienen que ver con la solidaridad y la honradez, no aportan nada a la construcción de un potente sistema de protección social y no contribuyen al desarrollo de una sociedad más justa y más solidaria”, señalan en su petición al Congreso.
Sin embargo, el pago de impuestos en España está camuflado porque, en infinidad de ocasiones el ciudadano no sabe cuánta paga de impuestos. Por ejemplo, el coste laboral nunca se incluye en la nómina, así como otros tipos de impuestos. En total, en un año el 52% de una renta va destinada al pago de impuestos, pero el ciudadano no tiene la sensación de que el porcentaje sea elevado.