Finalmente la exhumación de los restos de Francisco Franco no tendrá lugar el próximo 10 de junio. Y es que los magistrados del Tribunal Supremo han derimido y estimado las medidas cautelares solicitadas por los familiares del dictador para paralizar el proceso de exhumación hasta que se resuelva el fondo de los recursos.
Por su parte, el Gobierno no ha considerado extraña esta resolución de los cinco magistrados que estudian los tres recursos sobre este procedimiento. De esta manera, se entiende que la exhumación se pospone y espera a que el Tribunal Supremo ofrezca el visto bueno para que se pueda realizar.
POR QUÉ SE PARALIZA LA EXHUMACIÓN DE FRANCO
Así, la salida de los restos del dictador del Valle de los Caídos tendrá que esperar debido a la suspensión cautelar que solicitó tanto la familia, como los monjes benedictinos y la Fundación Franco. El Supremo tendrá que estudiarlos a fondo.
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La razón para hacer esperar la exhumación es, aparte del propio recurso que tiene que ser estudiando a fondo, el posible prejuicio que podría causar. Porque la resolución lo que trata es de "evitar el perjuicio que, de otro modo, se causaría a los recurrentes y, especialmente, a los intereses público encartandos en el Estado y en sus instituciones constitucionales".
Es decir, que estos intereses públicos "se verían gravemente afectados si, exhumados estos restos, se estima el recurso y fuera preciso devolverlos a lugar en el que se hallan", fallan los magistrados.