La donación de Amancio Ortega ha traído un sabor dulce y un tanto amargo. Tanto para aquellos que apoyan la donación para aparatos de oncología como aquellos que se posicionan en contra. Tal que así, comenta Pablo Iglesias que le ha resultado verdaderamente emotiva una carta que ha recibido hablando sobre las declaraciones de Bertín Osborne en las que apoya la donación a la Sanidad pública española del magnate de la moda.
"Te deja con un nudo en la garganta pero es un ejercicio de dignidad que debería hacernos reflexionar a todos", comenta Iglesias sobre la carta de esta madre que responde al ataque de Osborne a los miembros de la formación morada que rechazan aceptar donaciones de esta tipología para, como han comentado, seguir evadiendo responsabilidades con Hacienda. Porque Iglesias comenta que "las donaciones no pueden servir para lavar la cara de la elusión y la injusticia fiscal".
CARTA DE UNA MADRE SOBRE LA DONANCIÓN DE AMANCIO ORTEGA
La mujer dice a Iglesias de su amiga, que responden a las iniciales de R. y S., que le escribe "para hacerte llegar un texto de mi amiga, compañera de andanzas, hermana de corazón, S., que tiene un peque con la enfermedad rara de Duchenne en relación a las declaraciones de Bertín Osborne". Y comienza a explicar que "cuando se habla de solidaridad, es muy fácil caer en demagogias".
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"Sobre todo en hipocresías, pero lo que sí que clama al cielo, es usarla para ser cruel", argumenta. Porque para la mujer cuando alguien dice "ojalá no tenga que pasar por esto o aquello, en realidad lo estamos deseando con todas nuestras fuerzas; ya hay que ser cruel y carecer de argumentos, para atacar a tu oponente de esta forma".
"Indagar en lo que usted llama solidaridad, termina acabando en algo que en realidad es limosna y caridad", relata. Y sigue definiendo que "con ambas, limosna y caridad, calman su conciencia, reducen impuestos y ganan buena reputación social". ¿La razón? En palabras textuales extraídas de la carta, en otro país "no tendría que dar limosna, puesto que sobre los grandes beneficios que obtienen fortunas como la suya, se le imputaría el llamado impuesto de la solidaridad, que administraría el Estado".