La publicidad engañosa es otro hándicap al que el consumidor se enfrenta cada día (telefonía, energía, descuentos, día sin IVA, rebajas, el dos por uno…), se ha instalado en la vida de los ciudadanos, como plaga sin método de extinción. En este caso, ya el lector conoce bien las mangarrufas de la impecable alemana Volkswagen, con aquel episodio en el que quedó al descubierto que sus coches sí contaminaban y lo hacían por encima de lo permitido, a pesar de negar la mayor, con unos aparatitos manipulados para engañar.
Ahora le toca el turno de ponerse colorada a su filial Skoda, que deja a 6 centenares de engañados por una publicidad en la que prometía que los compradores del Skoda Karoq tendrían como regalo los faros fulled, asientos varioflex, 4 años de garantía y el mismo periodo de mantenimiento, para los primeros 600 compradores que, en principio, no estaban obligados a financiar los vehículos a través de su entidad pero, luego, parece que sí. En el tema de la financiación, tuvieron la habilidad de dejarlo claro a medias, porque surgió la duda, cuando algunos lo adquirieron al contado, a precios de entre 19.700 y 22.100 euros.
Los coches, que deben de ser buenos, llegaron y se entregaron a los clientes; y los clientes descubrieron que ni faros, ni asientos, ni garantía ni mantenimiento. El primero en destapar el asunto fue Jesús Donate Martínez, que compró un modelo Ambition DSG 150CV, en el concesionario Sealco, posiblemente convencido por las prestaciones que anunciaron en la Feria de Frankfurt de 2017. El comprador reclamó al vendedor y se llevó largas respuestas y una nada; se fue a la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) y denunciaron el flagrante caso de publicidad engañosa, hasta donde les dieron los recursos y las fuerzas; se fue a Autocontrol (Organismo independiente de autorregulación de la industria publicitaria en España) y ante las cartas de uno y otros, Jesús Donate y la artillería desplegada para que le dieran lo prometido, lograron que Skoda emitiera una nota informativa, en la que se desdecía de su oferta y le echaba la culpa a su gabinete de prensa. Ya se sabe lo sufridos que somos: si hay que tragar, se traga hasta donde el jefe diga que donde dijo, no dijo.
El rastro de pruebas que la publicidad de este coche ha dejado, es lo suficientemente grande como para que nadie se crea, lo primero, que un gabinete de comunicación se inventa ofertas que no existen; lo segundo, que al comunicador experto en automóviles de La Vanguardia, le diera un siroco a la cabeza y se sacara de la manga unos regalos promocionales del modelo en cuestión, profesional al que también rectifican públicamente. En resumen, para los jefes de Skoda, todos informaron mal, porque lo entendieron fatal.
Además de la historia de Donate Martínez, que llegó a TVE-1 y consiguió, al menos los 4 años de garantía (2 son obligatorios) de la oferta, otro afectado, Joaquín Pérez Rivas, relata: “En mi caso yo adquirí un Skoda Karoq 1.5 TSI DSG Style, en el cual ofertaban 4 años de garantía y mantenimiento, y los asientos varioflex gratis, por los cuales me cobraron 285 euros; también me engañaron por encargar 3 llaves, una de ellas cromada, que no existe ni van a existir, y me cobraron 39 euros; no soy el único engañado en tema llave. Como a Jesús Donate, a mí me ha dado la razón AUTO CONTROL, CONSUMO Y OCU, por publicidad engañosa. Estamos peleando”. A estas voces se suman la de los foros del automóvil, donde se aprecia el desánimo que genera una lucha cuerpo a cuerpo, contra un posible intocable de la industria; no obstante, se conoce a más de un diosecillo con pies de barro.
La cuestión es: ¿estas víctimas van a quedar en el limbo?, ¿hasta dónde está protegido el consumidor?, ¿la defensa de los derechos de los ciudadanos se ancla solo en un gabinete jurídico?, ¿por qué las grandes compañías quedan impunes?; más: ¿por qué se empeñan en ofrecer algo que no van a dar?