El presidente del PP, Pablo Casado, era uno de los pocos líderes políticos que no se había pronunciado sobre la polémica que existe en España en torno a la regularización de la eutanasia. La muerte de María José gracias al pertobarbital sódico que le administró su marido tras 32 años de sufrimiento por la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) ha reabierto el debate en España, y el líder de Génova 13 ha vuelto a reiterar su postura a favor de la vida. "Cuando yo gobierne no voy a impulsar una ley de eutanasia", sentenció. No obstante, aseguró que, si llega a la Presidencia del Gobierno, impulsará las ayudas a los cuidados paliativos.
Casado considera que la historia de este matrimonio "es un testimonio aterrador", pero apuesta por otras alternativas a pesar de sus ideas. "Mi posición es coherente, decía lo mismo hace dos años que ahora", recordó. El presidente popular acusó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de usar este debate como eje vertebrador de su campaña electoral junto al conflicto catalán y anunció que sus intervenciones a lo largo y ancho de España no girarán en torno a la eutanasia. "No voy a dejar que la izquierda me recete de qué tengo que hablar", sentenció.
En una entrevista en La Sexta Noche, el popular recordó que el PSOE votó en contra de una ley de eutanasia que llevó Unidos Podemos al Congreso, posicición que compartió con Ciudadanos y su propio partido. Casado recordó que en varias comunidades autónomas se ha legislado con la ley de Muerte Digna gracias a la gestión de gobiernos de su partido con la que "las personas se pueden negar a que se le apliquen los cuidados que ayudan a alargar la vida".
