Publicado en el BOE, el viernes, 22, La Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave 2019-2023, recoge en 10 ejes, las principales líneas de actuación de las Fuerzas de Seguridad, para atajar el fenómeno del asentamiento de mafias, las bandas organizadas y los grupos que se crean en el negocio del narcotráfico, la trata de personas, los crímenes y los entramados empresariales destinados al blanqueo del dinero obtenido por la delincuencia.
Es, precisamente, un objetivo esencial “neutralizar la economía del crimen organizado”, que mueve en España miles de millones al año, con “el cibercrimen, el tráfico ilícito de migrantes, los delitos contra la propiedad intelectual e industrial, los fraudes a los intereses de la Hacienda Pública, delitos contra el patrimonio (robos violentos y con fuerza), el tráfico de armas y los delitos contra el medioambiente”, además de los ya mencionados.
El plan no se olvida de la alerta 4 antiterrorista y de las vinculaciones que existen entre las mafias y los radicales que se amparan en creencias religiosas, para llevar a cabo sus asesinatos; también se subraya la cooperación internacional, el compromiso común con la seguridad, la adaptación de la legislación a la evolución de la delincuencia, junto con más y mejor formación y más y mejores medios para los agentes responsables de la seguridad.