La Junta de Andalucía dejó sin gastar, durante el gobierno de la socialista Susana Díaz, un 75% del dinero destinado a la protección y asistencia para las víctimas de violencia de género. Así, de un total de 12'6 millones de euros, sólo se usó un 25% del total, es decir, unos 3'2 millones de euros.
A pesar de que el gobierno de Susana Díaz quiso hacer bandera de apostar por la ayuda a las mujeres víctimas de este problema, lo cierto es que los datos oficiales dejan en evidencia este relato sembrando la duda de los motivos por los que no se gastó ese dinero, siendo una de las posibilidades que esa partida nunca estuvo dsiponible o que se inflara de forma deliberada por parte del gobierno andaluz, tal y como ha denunciado esta semana el nuevo consejero Juan Bravo, titular de Hacienda, Industria y Energía, diciendo que no se invertía más que una mínima parte de lo anunciado en los presupuestos. Según datos oficiales de Hacienda sólo se gastó, durante el periódo 2013-2018, el 47% destinado a inversiones productivas, dejando 9.930 millones presupuestados en inversiones fantasma.
También se ha denunciado la misma práctica para los programas de empleabilidad a través del SAE (Servicio Andaluz de Empleo), con partidas destinadas de los presupuestos de cada uno de los ejercicios, guardada en un cajón sin gastarse. Al menos la mayor parte de la cantidad presupuestada.